EXCELSIOR
México D.F.
26 de junio de 2014
Biografía exhaustiva,
entrevista a Gerald Martin
El
investigador británico piensa agotar en tres tomos la vida de Gabriel García
Márquez. Prepara también un libro sobre la trayectoria de Mario Vargas Llosa
Gabriel
García Márquez falleció el pasado 17 de abril. Foto EXCELSIOR
CIUDAD DE MÉXICO, 26 de junio.- La biografía completa que Gerald Martin
publicará sobre Gabriel García Márquez estará dividida en tres tomos y
aparecerá en 2017, incluirá un capítulo especial sobre su relación con México,
los testimonios completos de personas de la talla de Carlos Fuentes, Fidel
Castro y Felipe González, así como otras figuras del mundo político y
literario. Así lo detalla a Excélsior el biógrafo e investigador de origen
inglés.
Por otro lado, adelanta que la ‘biografía tolerada’ Gabriel García Márquez: Una vida,
publicada en 2008, contará con un nuevo epílogo a partir de su siguiente
edición. “Será una especie de posdata, un último capítulo que será añadido en
las futuras ediciones”, donde abordará los últimos siete años de vida del
Premio Nobel de Literatura 1982.
¿Qué sucederá con el epílogo
anterior de la biografía existente?
Se convertirá en un capítulo más. Y el nuevo epílogo tendrá que ver con
los últimos años de García Márquez, hasta su muerte. Ya está escrito y se
publicará en las próximas semanas.
¿Incluirá detalles de su
enfermedad?
Nunca supe el diagnóstico médico de Gabo, aunque sus problemas de
memoria eran evidentes. Siempre me pareció que la familia manejó muy bien esa
situación, pero su punto de vista era diferente de la mía porque yo lo mencioné
en Gabriel García Márquez: Una vida, y aunque él discutió conmigo al respecto,
creo que si no lo hubiera escrito, no habría cumplido con mi deber.
“En el libro lo mencioné sin entrar en detalles, pues no cuento con
ellos, pero todo mundo sabe ahora que en sus últimos años era más que
olvidadizo. Algo curioso es que en sus novelas siempre hay una plaga de
amnesia, como en Cien años de soledad o El otoño del patriarca, su
autobiografía literaria… así que la memoria fue uno de los temas de sus libros.
Mencionaré todo eso y también lo que sucedió cuando murió: las reacciones de
políticos, literatos y sus amigos.”
¿Qué contendrá la nueva biografía
de Gabo?
Es un libro que en cierto sentido ya existe, pues durante esos 17 años
de investigación lo escribí. Son poco más de dos mil 500 páginas y seis mil
notas a pie de página, aunque todavía no es un libro publicable, pero con un
año de trabajo intenso lo será. No voy a entrar en intimidades ahora, pero sí
hay muchas cosas que no dije en el libro y que todavía quedan. Yo creo que lo
conozco más que a mí mismo.
“Entonces no era publicable, porque mi editor me había pedido 400
páginas. Así que tuve que abreviar y recortar hasta llegar a 600. Sin embargo,
prometí revisar aquella versión de dos mil 500 páginas y estoy seguro de que
será un libro mucho más completo porque incluiré las más de 300 entrevistas que
hice.”
¿Hay ejemplos similares de otros
autores?
Hay biografías literarias larguísimas, como la de Henry James, la de
Marcel Proust y la de Jean-Paul Sartre sobre Gustav Flaubert, con más de tres
mil páginas. Pienso que Gabriel García Márquez lo merece, especialmente porque
tuvo una vida interesante, diversa y vinculada a la cultura popular de América
Latina.
¿Qué novedades encontraremos?
El libro incluirá un capítulo dedicado a México: su relación con
México, sus hijos y sus nietos, quienes son mexicanos. Además, incluiré el
testimonio de Fidel Castro, de quien sólo había incluido una cita en la
biografía ya publicada.
“También el testimonio con Felipe González, de quien únicamente
publiqué la referencia que hace sobre Mercedes Barcha, a quien define como una
esposa perfecta, pero hay más cosas; y lo mismo el testimonio de Carlos
Fuentes, de quien no cité la entrevista que tuve con él en la Ciudad de México
y obviamente es muy interesante.”
¿Cuántos testimonios adicionales
incluirá?
Son miles de cosas entre opiniones y recuerdos. Imagina la biografía
completa de García Márquez como un iceberg, y Gabriel García Márquez: Una vida
como la punta de ese iceberg, pues literalmente hay miles de cosas que quedaron
fuera.
“Y entonces, cuando releo la biografía publicada, pienso en una
experiencia fantasmal donde pululan muchas cosas. Son cuartillas que me
recuerdan al Pedro Páramo, de Juan Rulfo, con sus presencias fantasmales donde
ya no se distinguen las miles de voces gritando y suplicando aparecer en el
otro libro.”
¿Nadie le recriminó la exclusión
de esos testimonios?
Debe haber mucha gente que me odia porque me compartieron tantas cosas
importantes y valiosas… Sin embargo, sólo un porcentaje muy pequeño sobrevivió
en el libro y no por mi decisión, sino por razones comerciales, de los
editores, que tenían derecho a publicar un libro vendible.
¿Serán tres tomos de 700 páginas
cada uno?
Estoy pensando en 850 páginas por tomo, aunque los tres tomos ya
existen de forma embrionaria, en una especie de borrador.
¿Sacrificará información
nuevamente?
No, aunque en definitiva la versión completa quedará en tres tomos con
dos mil 500 páginas. Aunque después me gustaría publicar un dossier con un
archivo libre para los internautas.
¿Lo publicará la misma editorial?
Mis editores (de editorial Bloomsbury y en México Debate-PHM) me han
dicho que es casi seguro que ellos publicarían el libro. Pero si no lo hacen,
lo más probable es que lo suba a internet, pues ganar dinero con García Márquez
no es exactamente mi ambición ni mi objetivo. Sería una lástima si yo —una
persona que tuvo la suerte y el privilegio de trabajar con ese hombre— no
hiciera accesible toda esta información al mundo entero. ¡Es un deber!
¿Tiene bajo llave el archivo de
García Márquez?
Soy un hombre jubilado que trabaja y viaja más que nunca. Así que lo
tengo en casa, en mi sótano, en una especie de garaje y en casa de mis hijas.
Los documentos están en varias partes, porque la casa que tengo ahora no es
suficientemente grande para guardar el archivo. Pero con la digitalización todo
es más fácil y ya puedo utilizar la computadora.
¿Donará ese archivo a alguna
universidad?
¡Seguramente! Estoy pensando en una universidad inglesa o en la
Universidad de Pittsburgh, donde trabajé 15 años, aunque también podría ser
para alguna universidad mexicana o colombiana, pero aún no lo decido.
¿Cuándo comenzará a trabajar la
biografía completa?
Será un gusto hacerla. Por ahora dejaré pasar dos años, pues soy un
hombre de cierta edad y no me puedo dar el lujo de esperar demasiado, pero 18
meses sería apropiado y luego dedicarle un año y medio. Pero te aseguro que
estoy bastante bien organizado.
Biógrafo de Vargas Llosa
Gerald Martin está
por concluir la redacción de la primera biografía sobre el escritor
peruano-español Mario Vargas Llosa (1936), Premio Nobel de Literatura 2010.
“Esta biografía se
publicará en 2015 y será menos voluminosa que la de García Márquez, pues sólo
será un tomo”, dice a Excélsior vía telefónica desde Inglaterra.
En su opinión, la
suerte lo ha llevado a tener relación con los tres novelistas que han ganado el
Nobel de Literatura: Miguel Ángel Asturias, García Márquez y Vargas Llosa.
“El primero fue
Asturias, a quien conocí antes de que obtuviera el Nobel. De él me hubiera
gustado escribir su biografía porque fue un escritor desterrado casi toda su
vida.”
¿Alguna vez pensó
escribir sobre estos tres grandes?, se le pregunta. “Pensé que primero
escribiría la biografía de Vargas Llosa, a quien conocí junto con Asturias,
pero primero llegó la oportunidad de trabajar con García Márquez”.
“Aunque cuando
Vargas Llosa ganó el Nobel decidí hacer lo que había pensado hace muchos años:
escribir sobre él. Estoy trabajando en eso.
¿Siente los mismos
nervios que cuando publicó la biografía de Gabo? “No, ya estoy curtido, aunque
ser el primer biógrafo de un escritor siempre es una gran responsabilidad; te
aseguro que no será un libro sensacionalista”.
** ** **
Publicamos
en honor a Margarita Márquez Caballero
nuestra más dilecta suscriptora del blog.
EL
ESPECTADOR
Bogotá - Colombia
22 de Abril de 2014
El país de las maravillas
En olor de gratitud
Quizá
sólo faltó el Papa a los homenajes póstumos de Gabo.
Por Mario Morales
O quizás sí estuvo (todo es posible, si nos atenemos al carácter
clarividente del Nobel ya expresado en Los funerales de O tal vez no vino
porque no pudo girar la llave como le sucedió con él, a uno de sus antecesores
la mamá grande), aunque esta vez de anónimo en medio de las muchedumbres
fervorosas que se empujaron sin pudor para darle el último adiós en Bogotá,
México, París o Aracataca un poco después del aguacero.
Nadie ha querido faltar a la “más espléndida ocasión funeraria que
recuerden los anales históricos” para despedir al más grande castellano de los
tiempos modernos, si creemos que la patria es la lengua que habitamos, como dijo
o citó Gelman, el poeta, para evitarnos el falso dilema de las nacionalidades y
de las ideologías que no tocan a los genios.
Para la memoria quedan estos seis días emotivos en los que el planeta
en pleno ha rendido homenaje al maestro de la palabra, al re-creador del relato
que, parafraseando a Joyce, logró “forjar en la fragua de nuestro espíritu la
conciencia increada de esta raza”.
Días en los que Gabo, “demasiado embebido en su eternidad de cenizas
para darse cuenta de la magnitud de su grandeza”, pudo recobrar “la momentánea
juventud de su fotografía ampliada a cuatro columnas” y dejó a sus congéneres
la “lección histórica” de haber hecho bien la tarea: eximio escritor, mejor
periodista, padre intachable, esposo entrañable y amigo de sus amigos.
Como la mamá grande de sus creaciones, supo dejar un inconmensurable
legado de bienes materiales representados en cada una de sus maravillosas
palabras escritas, y la tarea a quienes alguna vez tratamos de seguir sus
pasos, de hacer la “enumeración minuciosa de sus bienes morales”.
Nada más, Gabo. Nada menos. Honor al ciudadano del mundo que “vivió en
función de dominio durante 87 años y murió en olor de gratitud”. Gracias por
siempre, maestro.
** ** **
EL
TIEMPO
Bogotá – Colombia
28 de Abril del
2014
¿Resucitará García Márquez?
Por: Eduardo Escobar |
Ya consiguió algo que parecía imposible: que el planeta entero se
convirtiera en el escenario de un funeral de faraón, que ni siquiera un papa
mereció desde que yo me acuerdo.
Lo único que le falta a GM después de una vida tan redonda es que
resucite de sus cenizas, con la memoria intacta, dispuesto a escribir el relato
de la otra orilla de las cosas. Pero lo más seguro es que no lo haga. Pues ya
consiguió algo que parecía imposible: que el planeta entero se convirtiera en
el escenario de un funeral de faraón, que ni siquiera un papa mereció desde que
yo me acuerdo.
Todos los periódicos del mundo, las revistas, las emisoras de
televisión y radio se entregaron a una orgía de anecdotarios, donde cupo lo noble
y lo ridículo, lo pequeño, lo olímpico, lo intrascendente y lo significativo,
de un modo que dejó la impresión de que el hombre había vivido además un montón
de vidas fuera de la propia, que le alcanzaron para ser amigo de todos los
nacidos desde los años de la revolución en marcha. Incluso apareció el
improperio gratuito. Como el del alma boba de la señora colombiana que lo mandó
al infierno a esperar a Fidel Castro, el del periodista español que minimizó su
obra periodística en una nota escrita con las patas y el del sediento
compatriota que lo acusó de insensibilidad porque no financió el acueducto de
Aracataca. Pero un poeta trompadachín a quien escuché por años despotricar
contra el patriarca se dejó venir con un elogio inesperado de su estilo, podrido
de remordimientos.
Habrá que esperar a que amaine el fervor funerario para que los
escrupulosos hagan el censo de los yerros de su vida hiperbólica. Yo mismo, sin
malas pulgas, para humanizar su experiencia, intenté en mi intimidad un censo
de sus fracasos. La frustración de que jamás le cuajaran sus intentos de
convertirse en hombre de cine después de una ringlera de películas fofas, cuyo
único interés consiste en el hecho de que él fue productor o guionista. Y los
gazapos inevitables en todos los escritores desde que en Shakespeare sonó un
reloj de torre en un drama ambientado en la antigua Roma y desde que a
Cervantes se le extravió un perro en el Quijote y le apareció un burro a
deshoras.
GM puso a achicharrar unas golondrinas en una cerca electrificada lo
cual, según mi electricista de cabecera, es imposible. Y puso a crecer unos
arbustos imposibles en el Amor y los tiempos del cólera, que detectó López
Michelsen en un admirable libro de ensayos. Y condenó en un cuento a un
personaje femenino a una enfermedad de hombres. Pero en sus relatos puede
ocurrir que una recién casada resulte hemofílica, o que florezca una camelia
donde nunca hubo una, después de habituarnos a las muchachas voladoras, a los
muertos eternizados y a las invasiones de mariposas y las lluvias de pájaros
muertos.
GM consiguió lo que parecía imposible en nuestro tiempo: que un simple
poeta, un marrullero experto en decir mentiras en el castellano pulido de los
piedracielistas, mereciera unos funerales apoteósicos en la era de los viajes
interestelares, la decodificación del código genético y la manipulación de las
células madre. Uno que creció junto a un coronel torturado por un homicidio
inútil en un pueblo remoto en los límites del mundo razonable, antes de
profetizarse a sí mismo en estas palabras de un cuento suyo: “Yo no gano nada
con ser un santo después de muerto, yo lo que soy es un artista, y lo único que
quiero es estar vivo para seguir a pura flor de burro con este carricoche
convertible de seis cilindros que le compré al cónsul de los infantes, con este
chofer trinitario que era barítono de la ópera de los piratas en Nueva Orleans,
con mis camisas de gusano legítimo, mis lociones de oriente, mis dientes de
topacio, mi sombrero de tartarita, mis botines de dos colores, durmiendo sin
despertador, bailando con las reinas de belleza, dejándolas como alucinadas con
mi retórica de diccionario, y sin que me tiemble la pajarilla si un miércoles
de ceniza se me marchitan las facultades”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario