27 de junio de 2014

MEMORABILIA GGM 755



EXCELSIOR
México D.F.
26 de junio de 2014 

Biografía exhaustiva,
entrevista a Gerald Martin
El investigador británico piensa agotar en tres tomos la vida de Gabriel García Márquez. Prepara también un libro sobre la trayectoria de Mario Vargas Llosa

Gabriel García Márquez falleció el pasado 17 de abril. Foto EXCELSIOR

CIUDAD DE MÉXICO, 26 de junio.- La biografía completa que Gerald Martin publicará sobre Gabriel García Márquez estará dividida en tres tomos y aparecerá en 2017, incluirá un capítulo especial sobre su relación con México, los testimonios completos de personas de la talla de Carlos Fuentes, Fidel Castro y Felipe González, así como otras figuras del mundo político y literario. Así lo detalla a Excélsior el biógrafo e investigador de origen inglés.

Por otro lado, adelanta que la ‘biografía tolerada’ Gabriel García Márquez: Una vida, publicada en 2008, contará con un nuevo epílogo a partir de su siguiente edición. “Será una especie de posdata, un último capítulo que será añadido en las futuras ediciones”, donde abordará los últimos siete años de vida del Premio Nobel de Literatura 1982.

¿Qué sucederá con el epílogo anterior de la biografía existente?
Se convertirá en un capítulo más. Y el nuevo epílogo tendrá que ver con los últimos años de García Márquez, hasta su muerte. Ya está escrito y se publicará en las próximas semanas.

¿Incluirá detalles de su enfermedad?
Nunca supe el diagnóstico médico de Gabo, aunque sus problemas de memoria eran evidentes. Siempre me pareció que la familia manejó muy bien esa situación, pero su punto de vista era diferente de la mía porque yo lo mencioné en Gabriel García Márquez: Una vida, y aunque él discutió conmigo al respecto, creo que si no lo hubiera escrito, no habría cumplido con mi deber.
“En el libro lo mencioné sin entrar en detalles, pues no cuento con ellos, pero todo mundo sabe ahora que en sus últimos años era más que olvidadizo. Algo curioso es que en sus novelas siempre hay una plaga de amnesia, como en Cien años de soledad o El otoño del patriarca, su autobiografía literaria… así que la memoria fue uno de los temas de sus libros. Mencionaré todo eso y también lo que sucedió cuando murió: las reacciones de políticos, literatos y sus amigos.”

¿Qué contendrá la nueva biografía de Gabo?
Es un libro que en cierto sentido ya existe, pues durante esos 17 años de investigación lo escribí. Son poco más de dos mil 500 páginas y seis mil notas a pie de página, aunque todavía no es un libro publicable, pero con un año de trabajo intenso lo será. No voy a entrar en intimidades ahora, pero sí hay muchas cosas que no dije en el libro y que todavía quedan. Yo creo que lo conozco más que a mí mismo.
“Entonces no era publicable, porque mi editor me había pedido 400 páginas. Así que tuve que abreviar y recortar hasta llegar a 600. Sin embargo, prometí revisar aquella versión de dos mil 500 páginas y estoy seguro de que será un libro mucho más completo porque incluiré las más de 300 entrevistas que hice.”

¿Hay ejemplos similares de otros autores?
Hay biografías literarias larguísimas, como la de Henry James, la de Marcel Proust y la de Jean-Paul Sartre sobre Gustav Flaubert, con más de tres mil páginas. Pienso que Gabriel García Márquez lo merece, especialmente porque tuvo una vida interesante, diversa y vinculada a la cultura popular de América Latina.

¿Qué novedades encontraremos?
El libro incluirá un capítulo dedicado a México: su relación con México, sus hijos y sus nietos, quienes son mexicanos. Además, incluiré el testimonio de Fidel Castro, de quien sólo había incluido una cita en la biografía ya publicada.
“También el testimonio con Felipe González, de quien únicamente publiqué la referencia que hace sobre Mercedes Barcha, a quien define como una esposa perfecta, pero hay más cosas; y lo mismo el testimonio de Carlos Fuentes, de quien no cité la entrevista que tuve con él en la Ciudad de México y obviamente es muy interesante.”

¿Cuántos testimonios adicionales incluirá?
Son miles de cosas entre opiniones y recuerdos. Imagina la biografía completa de García Márquez como un iceberg, y Gabriel García Márquez: Una vida como la punta de ese iceberg, pues literalmente hay miles de cosas que quedaron fuera.
“Y entonces, cuando releo la biografía publicada, pienso en una experiencia fantasmal donde pululan muchas cosas. Son cuartillas que me recuerdan al Pedro Páramo, de Juan Rulfo, con sus presencias fantasmales donde ya no se distinguen las miles de voces gritando y suplicando aparecer en el otro libro.”

¿Nadie le recriminó la exclusión de esos testimonios?
Debe haber mucha gente que me odia porque me compartieron tantas cosas importantes y valiosas… Sin embargo, sólo un porcentaje muy pequeño sobrevivió en el libro y no por mi decisión, sino por razones comerciales, de los editores, que tenían derecho a publicar un libro vendible.

¿Serán tres tomos de 700 páginas cada uno?
Estoy pensando en 850 páginas por tomo, aunque los tres tomos ya existen de forma embrionaria, en una especie de borrador.

¿Sacrificará información nuevamente?
No, aunque en definitiva la versión completa quedará en tres tomos con dos mil 500 páginas. Aunque después me gustaría publicar un dossier con un archivo libre para los internautas.

¿Lo publicará la misma editorial?
Mis editores (de editorial Bloomsbury y en México Debate-PHM) me han dicho que es casi seguro que ellos publicarían el libro. Pero si no lo hacen, lo más probable es que lo suba a internet, pues ganar dinero con García Márquez no es exactamente mi ambición ni mi objetivo. Sería una lástima si yo —una persona que tuvo la suerte y el privilegio de trabajar con ese hombre— no hiciera accesible toda esta información al mundo entero. ¡Es un deber!

¿Tiene bajo llave el archivo de García Márquez?
Soy un hombre jubilado que trabaja y viaja más que nunca. Así que lo tengo en casa, en mi sótano, en una especie de garaje y en casa de mis hijas. Los documentos están en varias partes, porque la casa que tengo ahora no es suficientemente grande para guardar el archivo. Pero con la digitalización todo es más fácil y ya puedo utilizar la computadora.

¿Donará ese archivo a alguna universidad?
¡Seguramente! Estoy pensando en una universidad inglesa o en la Universidad de Pittsburgh, donde trabajé 15 años, aunque también podría ser para alguna universidad mexicana o colombiana, pero aún no lo decido.

¿Cuándo comenzará a trabajar la biografía completa?
Será un gusto hacerla. Por ahora dejaré pasar dos años, pues soy un hombre de cierta edad y no me puedo dar el lujo de esperar demasiado, pero 18 meses sería apropiado y luego dedicarle un año y medio. Pero te aseguro que estoy bastante bien organizado.

Biógrafo de Vargas Llosa

Gerald Martin está por concluir la redacción de la primera biografía sobre el escritor peruano-español Mario Vargas Llosa (1936), Premio Nobel de Literatura 2010.
“Esta biografía se publicará en 2015 y será menos voluminosa que la de García Márquez, pues sólo será un tomo”, dice a Excélsior vía telefónica desde Inglaterra.
En su opinión, la suerte lo ha llevado a tener relación con los tres novelistas que han ganado el Nobel de Literatura: Miguel Ángel Asturias, García Márquez y Vargas Llosa.
“El primero fue Asturias, a quien conocí antes de que obtuviera el Nobel. De él me hubiera gustado escribir su biografía porque fue un escritor desterrado casi toda su vida.”
¿Alguna vez pensó escribir sobre estos tres grandes?, se le pregunta. “Pensé que primero escribiría la biografía de Vargas Llosa, a quien conocí junto con Asturias, pero primero llegó la oportunidad de trabajar con García Márquez”.
“Aunque cuando Vargas Llosa ganó el Nobel decidí hacer lo que había pensado hace muchos años: escribir sobre él. Estoy trabajando en eso.
¿Siente los mismos nervios que cuando publicó la biografía de Gabo? “No, ya estoy curtido, aunque ser el primer biógrafo de un escritor siempre es una gran responsabilidad; te aseguro que no será un libro sensacionalista”.

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Publicamos en honor a Margarita Márquez Caballero
 nuestra más dilecta suscriptora del blog.
EL ESPECTADOR
Bogotá - Colombia
22 de Abril de 2014

El país de las maravillas

En olor de gratitud
Quizá sólo faltó el Papa a los homenajes póstumos de Gabo.

Por Mario Morales

O quizás sí estuvo (todo es posible, si nos atenemos al carácter clarividente del Nobel ya expresado en Los funerales de O tal vez no vino porque no pudo girar la llave como le sucedió con él, a uno de sus antecesores la mamá grande), aunque esta vez de anónimo en medio de las muchedumbres fervorosas que se empujaron sin pudor para darle el último adiós en Bogotá, México, París o Aracataca un poco después del aguacero.

Nadie ha querido faltar a la “más espléndida ocasión funeraria que recuerden los anales históricos” para despedir al más grande castellano de los tiempos modernos, si creemos que la patria es la lengua que habitamos, como dijo o citó Gelman, el poeta, para evitarnos el falso dilema de las nacionalidades y de las ideologías que no tocan a los genios.

Para la memoria quedan estos seis días emotivos en los que el planeta en pleno ha rendido homenaje al maestro de la palabra, al re-creador del relato que, parafraseando a Joyce, logró “forjar en la fragua de nuestro espíritu la conciencia increada de esta raza”.

Días en los que Gabo, “demasiado embebido en su eternidad de cenizas para darse cuenta de la magnitud de su grandeza”, pudo recobrar “la momentánea juventud de su fotografía ampliada a cuatro columnas” y dejó a sus congéneres la “lección histórica” de haber hecho bien la tarea: eximio escritor, mejor periodista, padre intachable, esposo entrañable y amigo de sus amigos.

Como la mamá grande de sus creaciones, supo dejar un inconmensurable legado de bienes materiales representados en cada una de sus maravillosas palabras escritas, y la tarea a quienes alguna vez tratamos de seguir sus pasos, de hacer la “enumeración minuciosa de sus bienes morales”.

Nada más, Gabo. Nada menos. Honor al ciudadano del mundo que “vivió en función de dominio durante 87 años y murió en olor de gratitud”. Gracias por siempre, maestro.

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EL TIEMPO
Bogotá – Colombia
28 de Abril del 2014

¿Resucitará García Márquez?

Por: Eduardo Escobar |

Ya consiguió algo que parecía imposible: que el planeta entero se convirtiera en el escenario de un funeral de faraón, que ni siquiera un papa mereció desde que yo me acuerdo.

Lo único que le falta a GM después de una vida tan redonda es que resucite de sus cenizas, con la memoria intacta, dispuesto a escribir el relato de la otra orilla de las cosas. Pero lo más seguro es que no lo haga. Pues ya consiguió algo que parecía imposible: que el planeta entero se convirtiera en el escenario de un funeral de faraón, que ni siquiera un papa mereció desde que yo me acuerdo.

Todos los periódicos del mundo, las revistas, las emisoras de televisión y radio se entregaron a una orgía de anecdotarios, donde cupo lo noble y lo ridículo, lo pequeño, lo olímpico, lo intrascendente y lo significativo, de un modo que dejó la impresión de que el hombre había vivido además un montón de vidas fuera de la propia, que le alcanzaron para ser amigo de todos los nacidos desde los años de la revolución en marcha. Incluso apareció el improperio gratuito. Como el del alma boba de la señora colombiana que lo mandó al infierno a esperar a Fidel Castro, el del periodista español que minimizó su obra periodística en una nota escrita con las patas y el del sediento compatriota que lo acusó de insensibilidad porque no financió el acueducto de Aracataca. Pero un poeta trompadachín a quien escuché por años despotricar contra el patriarca se dejó venir con un elogio inesperado de su estilo, podrido de remordimientos.

Habrá que esperar a que amaine el fervor funerario para que los escrupulosos hagan el censo de los yerros de su vida hiperbólica. Yo mismo, sin malas pulgas, para humanizar su experiencia, intenté en mi intimidad un censo de sus fracasos. La frustración de que jamás le cuajaran sus intentos de convertirse en hombre de cine después de una ringlera de películas fofas, cuyo único interés consiste en el hecho de que él fue productor o guionista. Y los gazapos inevitables en todos los escritores desde que en Shakespeare sonó un reloj de torre en un drama ambientado en la antigua Roma y desde que a Cervantes se le extravió un perro en el Quijote y le apareció un burro a deshoras.

GM puso a achicharrar unas golondrinas en una cerca electrificada lo cual, según mi electricista de cabecera, es imposible. Y puso a crecer unos arbustos imposibles en el Amor y los tiempos del cólera, que detectó López Michelsen en un admirable libro de ensayos. Y condenó en un cuento a un personaje femenino a una enfermedad de hombres. Pero en sus relatos puede ocurrir que una recién casada resulte hemofílica, o que florezca una camelia donde nunca hubo una, después de habituarnos a las muchachas voladoras, a los muertos eternizados y a las invasiones de mariposas y las lluvias de pájaros muertos.

GM consiguió lo que parecía imposible en nuestro tiempo: que un simple poeta, un marrullero experto en decir mentiras en el castellano pulido de los piedracielistas, mereciera unos funerales apoteósicos en la era de los viajes interestelares, la decodificación del código genético y la manipulación de las células madre. Uno que creció junto a un coronel torturado por un homicidio inútil en un pueblo remoto en los límites del mundo razonable, antes de profetizarse a sí mismo en estas palabras de un cuento suyo: “Yo no gano nada con ser un santo después de muerto, yo lo que soy es un artista, y lo único que quiero es estar vivo para seguir a pura flor de burro con este carricoche convertible de seis cilindros que le compré al cónsul de los infantes, con este chofer trinitario que era barítono de la ópera de los piratas en Nueva Orleans, con mis camisas de gusano legítimo, mis lociones de oriente, mis dientes de topacio, mi sombrero de tartarita, mis botines de dos colores, durmiendo sin despertador, bailando con las reinas de belleza, dejándolas como alucinadas con mi retórica de diccionario, y sin que me tiemble la pajarilla si un miércoles de ceniza se me marchitan las facultades”.


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