MEMORABILIA GGM 644
MEMORABILIA GGM
Cali -
Colombia
Enero 1
de 2013
Pinturas de personajes de
Cien años de soledad
Publicamos en esta entrada la
información recibida de Vera Székács desde Budapest. La señora Székács es la
persona que se encarga de traducir al la lengua húngara la obra de Gabriel
García Márquez. (N. del E.)
Querido Fernando:
Te agradezco por MEMORABILIA GGM que me dio
tantas informaciones durante los años pasados. Para compensarte con algo que
espero te interese, te envío las acuarelas de una excelente pintora húngara que
se llama Zsuzsanna Buki.
Las
acuarelas pintadas entre 2001 y 2005 representan varias figuras femeninas de Cien años de soledad. Como se ve, la
pintora (que vive en la ciudad húngara de Szekesfehervar) fue tan impresionada
por Cien años de soledad que compuso
esas acuarelas de alta calidad artística dando forma y color a las imágenes que
nacieron en su propia fantasía leyendo y releyendo la novela.
Las acuarelas fueron presentadas en una
exposición realizada en 2005 en la Biblioteca Aranybulla de Székesfehérvár, y
fue inaugurada por mí, a solicitud de la pintora.
Me gustaría si publicaras esas acuarelas en MEMORABILIA
GGM para que las conozcan tus lectores y vean un ejemplo más del impacto que
causo Cien años de Soledad en esta
parte del mundo.
Falta el retrato de Úrsula porque la pintora
tenía problemas en realizarlo, e hizo solo un esbozo en blanco y negro.
Deseo que tengas un prospero Año Nuevo, y
muchos éxitos con MEMORABILIA GGM.
Saludos amistosos de
Vera Székács
Zsuzsanna Buki
Pilar Ternera
Rebeca
Remedios la bella
Petra Cotes y Fernanda del Carpio
Meme
Amaranta
** ** **
El País
Cali –
Colombia
31 de
diciembre de 2012
Mercedes Barcha,
esposa de Gabriel García
Márquez,
celebró sus 80 años
Aunque los cumplió en noviembre, apenas ahora se supieron
detalles de la celebración de las ocho décadas de Mercedes Barcha, en un centro
social
de Ciudad de
México, al lado de su esposo, García Márquez, sus hijos y sus nietos.
Por:
Antonio José Caballero V. |
Emocionado,
Gabriel García Márquez volvió a pedir la mano de su esposa, Mercedes Barcha,
durante la celebración de los 80 años de vida de ésta, en Ciudad de México. En
medio de los buenos deseos de los asistentes, el escritor reafirmó su eterno
amor por su mujer.
Dicen que la ternura del amor aparece a la hora
menos pensada; en el momento menos pensado; el año menos pensado.
Y esta vez, a pesar de que todos conocemos esa
conexión feliz de siempre entre Gabriel García Márquez y Mercedes Barcha, el
minuto de ternura y agradecimiento del Nobel apareció la noche de los 80 de ‘La
Gaba’, como le dicen todos los que quieren.
Fue en ‘Siqueiros’, un verdadero museo de arte
y bohemia que tiene una amiga de ellos en Ciudad de México. Para ese cumpleaños
especial tenía que llegar gente muy especial que al entrar consultaba la suerte
con tres pajarillos que después de mirar a cada invitado sacaban con su pico la
frase del futuro que se convirtió en el secreto de todos.
Gente muy especial como Rodrigo y Gonzalo
García Barcha, sus hijos. El primero llegó con esposa y nietas, que más de una
vez hicieron repetir a Gabo su alegría al ver la familia reunida.
Y como todo era especial, pues el ponqué de
los 80 años de La Gaba no podía ser una torta cualquiera. Fue un pudín en forma
de bolso ‘Louis Vutton’ adornado con mariposas amarillas, de las mágicas de
Aracataca, que quedaron más encantadas cuando la peruana Tania Libertad le dijo
cantando: “Que los cumplas muy feliz, Mercedes, que te mereces todo!”, y tal
vez fue en ese instante cuando recordó el Nobel sus primeros momentos de amor,
pidió de nuevo su mano y la besó con la ternura del primer día y el
agradecimiento de siempre.
Fue entonces cuando comenzó todo mundo a
cantar rancheras. Llenó la noche la hija grande de doña Lola Beltrán y luego la escritora Ángeles Mastretta entonó ‘Arráncame
la vida’.
Como representante de la casa vinieron las
rancheras mexicanísimas de Gonzalo, mientras su hermano Rodrigo, el cineasta
exitoso, se encargaba de registrar esta película de felicidad de ellos y de los
colombianos que los queremos.
Cierra nuestro Gabo universal al lado de su
Mercedes un año lleno de recuerdos del éxito y de fechas inolvidables: 30 años
del Nobel que recibió en Estocolmo al ritmo de la música caribe; 45 de la
primera edición de ‘Cien años de soledad’ y 60 de la publicación de su primer
cuento, ‘La tercera resignación’.
Y claro, sus 85 años de vida y los 80 de La
Gaba, que selló con ese momento de ternura que no es más que la muestra de los
100 y más años de felicidad que han vivido juntos. Y que vengan muchos más, acariciando
sus momentos felices con la gente que más quieren.
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