EL
TIEMPO
Bogotá – Colombia
16 de Febrero del 2014
Tim
Buendía es el principal promotor turístico
del
pueblo natal del Nobel de Literatura.
El 'último' de los Buendía
se va de Aracataca
Por: PAOLA BENJUMEA BRITO |
Tim Buendía. El último de los Buendía vive en Aracataca. El holandés
promociona la cuna de Gabo. Foto: PAOLA BENJUMEA BRITO
A la una de la tarde, bajo el sol que castiga la piel, la profesora de
un colegio de primaria que aguarda en bicitaxi a que terminen de pasar los
vagones del tren frente a la estación de Aracataca (Magdalena), detiene a Tim
Buendía. Le pregunta:
– ¿Es verdad que te vas?
–Sí, el próximo 22 de febrero –responde él.
– ¿Y ahora quién va a recibir a los turistas?
Él no contesta. Sonríe y el interrogante queda en el aire...
Esa misma pregunta se la hacen muchos cataqueros, que desde noviembre
de 2010, cuando abrió el hostal The Gypsy Residence, han visto a Tim Aan’t Goor
–el verdadero nombre de este holandés de 31 años, delgado y altísimo– no solo
hospedar a los turistas, en su mayoría seguidores extranjeros de la literatura
de Gabriel García Márquez, sino llevarlos a recorrer el pueblo para que
redescubran la tierra que inspiró el realismo mágico de Macondo.
En el hostal, que primero funcionó en una casa arrendada en el barrio
Cataquita y luego en otra en Nariño, cerca de la Casa Museo de García Márquez,
Tim Buendía se ha convertido en el principal promotor turístico del pueblo
natal del Nobel de literatura, logrando su inclusión en reconocidas guías
turísticas y revistas como Lonely Planet, Footprint, Le Petit Futé y National
Geographic como uno de los lugares recomendados en el Caribe colombiano.
Además, ha sido el anfitrión de periodistas y documentalistas de todo
el mundo que llegan en busca de las claves del universo macondiano y logró que
en 2011 se creara un puente literario entre Aracataca y Salinas, California
(Estados Unidos), tierra del escritor John Steinbeck, ganador del Nobel en
1962, con eventos simultáneos en ambas ciudades.
Sin embargo, los turistas que llegan al pueblo no son suficientes para
alcanzar el punto de equilibrio en las finanzas del hostal y no tiene con qué
pagar la deuda de 40 millones de pesos que adquirió con un banco de su país
para montar y sostener su negocio.
“He promocionado mucho a Aracataca y se ha aumento el flujo de turistas
que vienen a la Casa Museo, a caminar por las calles, pero el porcentaje que
viene a quedarse no ha sido suficiente para que el hostal y los tours sean
sostenibles”, dice Tim Buendía y enseguida agrega “si me quedo va a seguir
aumentando la deuda”.
A la espera de la Ruta
Cuando visitó por primera vez Aracataca, el 23 abril de 2008, descubrió
la riqueza cultural e histórica de esta tierra y su inexplotado potencial
turístico.
Por eso, regresó dos años después para quedarse. Pensó que llegarían
‘vendavales’ de turistas porque ya se hablaba de la ‘Ruta Macondo’, proyecto
liderado por la Gobernación del Magdalena, que llevaría visitantes a bordo de
un tren amarillo, desde Santa Marta hasta la estación del pueblo. De allí luego
serían conducidos por bicitaxistas y guías turísticos por cerca de 30 sitios
relacionados con la vida y obra del autor de Cien años de soledad.
El proyecto nunca se concretó. En los alrededores de la estación del
tren se construyó una plazoleta con locales donde funcionaría un café, puestos
de comidas y artesanías, que hoy están abandonados, llenos de basuras y
grafitis.
Un niño, de unos 9 años, asegura que en ese lugar “hacen pornografía” y
otros comentan que sirve de refugio para los consumidores de marihuana. Los
bicitaxistas y guías turísticos fueron capacitados en el libreto que debían
repetirle a los turistas, pero todavía están esperando el tren amarillo.
El presidente Juan Manuel Santos volvió a hablar del proyecto ‘Ruta
Macondo Realismo Mágico’, en el Acuerdo para la Prosperidad que se realizó en
marzo de 2013 en el municipio.
En esa oportunidad, anunció la restauración de la Casa del
Telegrafista, donde vivió y trabajó entre 1923 y 1926 Gabriel Eligio García,
padre de Gabo, y de la iglesia de San José, donde fue bautizado el escritor
cataquero.
En ambos proyectos serán invertidos 1.000 millones de pesos,
respectivamente, aportados por los Ministerios de Comercio, Industria y Turismo
y de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones.
En el conversatorio ‘Gabo Regreso a Macondo’, que se realizó hace unos
días en la Casa Museo de Aracataca como preámbulo del Hay Festival de
Cartagena, la ministra de Cultura, Mariana Garcés, dijo que ya fue adjudicada
la licitación de la restauración de la iglesia y que el Ministerio de las
Tecnologías ya le entregó los recursos a la empresa 472 para las obras en la
Casa del Telegrafista.
Vivirá de milagros diarios
A diferencia del coronel que esperó durante 15 años la respuesta a su
solicitud de pensión, Tim Buendía no esperará a que se hagan realidad los
proyectos que tanto le han prometido a Aracataca.
Hace 10 meses nació Elessar, su primogénito con Cinthya, profesora de
idiomas de los Estados Unidos, y se dio cuenta que solo no puede posicionar el
turismo en esta zona, sino que necesita la ayuda del Gobierno. En noviembre
tomó la decisión de cerrar el hostal.
“Yo estoy seguro que Aracataca en el futuro va a convertirse en un polo
de desarrollo turístico, pero no puedo esperar porque tengo que seguir con mi
vida, trabajar en algo con lo que si pueda pagar la comida, el arriendo y la
deuda”, manifiesta.
En los próximos días entregará la casa y los muebles que ya vendió para
irse a Los Ángeles, donde se hará cargo del bebé mientras Cinthya hace sus
prácticas profesionales.
Pero Aracataca no quedará desterrada de su memoria. Seguirá
promocionándola desde su página web y dictando conferencias sobre Gabo, como lo
hizo en octubre del año pasado en la Universidad Cornell, en el estado de Nueva
York.
Además, para dejar un testimonio de sus vivencias en este pueblo, que
el escritor Juan Gabriel Vásquez definió como la transposición poética de
Macondo, comenzó a escribir un libro.
“Ahora voy a vivir de milagros diarios, como lo hizo Gabo en París. Va
a ser difícil, pero a mí me gustan los desafíos, por eso vine aquí”, dice Tim,
el último de la estirpe de los Buendía, quien espera que Aracataca tenga una
segunda oportunidad sobre la tierra.
Los cataqueros no quieren que se vaya
La partida de Tim Buendía de Aracataca ha generado tristeza entre
muchos cataqueros que reconocen su labor en la promoción del pueblo y de la
obra de Gabriel García Márquez a nivel nacional e internacional.
“Es muy doloroso que se vaya porque él se ha metido en el corazón de
los cataqueros, desafortunadamente no ha tenido el apoyo de los gobiernos
nacional, municipal ni departamental”, dice Yolanda Marcos, dueña de la
refresquería La Hojarasca, ubicada al lado de la Casa Museo.
Para intentar que se quede, Fabián Marriaga, representante de la
Fundación Amigos del Magdalena, redactó una carta en la que le solicita al
presidente Juan Manuel Santos vincularlo, a través de alguna figura, a la
nómina del Ministerio de Cultura para que tenga un ingreso mensual que le
permita sostener su hostal.
Esta carta, que está firmada por los representantes de las ONG
culturales del municipio, será entregada al Jefe de Estado por Jaime García
Márquez, hermano de Gabo.
PAOLA BENJUMEA BRITO
Enviada especial de EL TIEMPO
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