MEMORABILIA GGM 595
Buenos Aires - Argentina
20 de julio de 2012
Gabo, ¿quién
recordará
ahora por nosotros?
Por Alberto Amato
Ya está. El tiempo, inexorable y ciego, ha cumplido su obra
destructora.
Gabriel García Márquez vaga sin memoria por el último tramo de su vida.
Borges, ciego y director de la Biblioteca Nacional, se rebeló a su
destino con cansada mansedumbre: “Nadie rebaje a lágrima o reproche / esta
declaración de la maestría / de Dios que con magnífica ironía / me dio a la vez
los libros y la noche”.
Beethoven, sordo, dejó su desacuerdo con las aparentes ironías divinas
en los compases últimos y furiosos de su Quinta Sinfonía. ¿Qué hará García
Márquez, si es que lo nota, para exorcizar su destino de memorioso que lo ha
perdido todo? Un escritor sin memoria es un pájaro de alas cortadas.
Las historias nacen, crecen, se alimentan y desbordan en la memoria de
quien las escribe. Y tanto es así, que García Márquez arriesgó siempre que la historia de nuestras vidas no es la que es,
sino la que recordamos que ha sido . “Recordar es fácil para el que tiene
memoria. Olvidarse es difícil para quien tiene corazón”, dijo alguna vez.
Que la memoria haya abandonado ese fantástico edificio que habitó en García
Márquez siembra la duda sobre el humor de Dios. Y hasta sobre sus intenciones.
Milan Kundera esgrimió como un cruzado una frase que sintetiza miles de
tratados de ciencia política: “La lucha del hombre contra el poder es la lucha
de la memoria contra el olvido”. Pero quien ha perdido la memoria no ha
olvidado: quien ha perdido la memoria es incapaz de recordar. No es lo mismo.
El olvido es artero : se olvida de quién es y permite que la memoria vuelva sobre sus pasos en un aroma, en tres
notas musicales, en una voz que nos parece aquella. La ausencia de memoria, en
cambio, clausura toda posibilidad de retorno. Lo que no existe, no vuelve.
¿Recordará García Márquez que Esteban era el nombre del ahogado más
hermoso del mundo, o las escaleras que trepó en Bogotá a la caza del náufrago
que se iba del diario sin revelar su historia? ¿Sabrá cuán loca se torna
Florentina (sic) Daza en los buques, o por qué designios se torció en la nieve
el destino de Nena Daconte y de Billy Sánchez? ¿O cómo era el hielo diamantino
que el padre le hizo conocer de niño al coronel Aureliano Buendía? Y, lo más
inquietante, con el Gabo sin memoria, ¿quién recordará para nosotros?
** ** **
El
Universal
México D.F.
19 de julio de 2012
Del filme Memoria de mis putas
tristes
Su
memoria es vista en la red;
espera
Sudamérica
Por César Huerta
cesar.huerta@eluniversal.com.mx
Hace dos semanas Raquel Guajardo, productora de Memoria de mis putas
tristes, se dio cuenta que el filme podía verse a través de la página de
Youtube, traducida al ruso.
Se comunicó con los administradores y a los 10 minutos, la cinta basada
en la novela de Gabriel García Márquez, fue bajada de Internet.
“El que la hayan subido nos dice que hay interés en la película”, dice
Guajardo.
El largometraje ya se estrenó en salas de Rusia, de donde apartemente
fue pirateada; Dinamarca y Alemania.
En México tiene como fecha tentativa el 31 de agosto.
Caratula de la película en
formato electrónico.
“Colombia y el resto de Sudamérica está esperando que se estrene para
seguir ellos.
.
.
“En países como Francia, Italia y España, también esperan, pero para
poder cerrar (la venta), quieren saber qué pasa con ella”, agrega.
Memoria de mis putas tristes, protagonizada por Emilio Echevarría
(Amores perros) tiene cambios sustanciales respecto a la novela original
escrita por Gabo.
Persiste el personaje de 90 años, pero la chica con la que sostiene una
relación a través del sexoservicio, no es una adolescente, sino una joven mayor
de edad.
La única secuencia que podría generar ruido, de unos cuantos segundos,
es donde el personaje principal siendo niño (Diego Zinker) se acuesta con una
mulata.
.
.
“La verdad es que estamos encantados con la respuesta en el mundo. Ya
la pidieron e Bulgaria, estamos viendo si va al festival de Trieste”, apuntó.
La cinta se proyectará en agosto en el marco del Festival de Cine en Monterrey.
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