27 de febrero de 2011

MEMORABILIA GGM 486
EL INFORMADOR
Santa Marta – Colombia
27 de febrero de 2011   


A Gabo no sólo hay que leerlo,
ahora hay que verlo

A un costado de los más de 300 metros cuadrados del pabellón número cinco perteneciente a Santa Marta, el atractivo que más tránsito tuvo en los tres días de jornada fue sin duda alguna la exposición iconográfica de la vida de Gabriel García Márquez.

No es conocer lo que en las tapas de los libros muestran sobre el esbozo biográfico de nuestro Nobel, sino recorrer en un pequeño salón el crecimiento mismo, desde lo físico, hasta lo mágico de su obra.

Prácticamente el árbol genealógico visto en fotos de comienzos del siglo XX, siguiendo los rastros de sus más allegados, hacen parte de la recopilación e investigación que por espacio de tres años hicieran Sara Sánchez, su hijo Ricardo Villa y un grupo de estudiantes de antropología.

Cada una de las piezas con un valor cultural e histórico incuantificable son documentos inéditos donados por la familia García Márquez, quienes de forma espontánea y como un aporte para enaltecer el nombre del 'Hijo del telegrafista', han decidido mostrar toda su trayectoria.

"Queríamos hacer una exposición mostrando la parte humana de Gabo, pero al mismo tiempo los momentos de su familia, tratando de encontrar fragmentos de sus obras que guarden alguna relación con su pasado", dijo Sara Sánchez, gestora del proyecto.

 Son alrededor de 51 fotografías expuestas y 
que por primera vez arribaron a Bogotá 
para tomar parte del pabellón de Santa Marta en la Feria de Anato.


En un corto recorrido quienes ingresan aprecian en una secuencia temporal los datos más relevantes en el acontecer humano de Gabriel García, desde sus bisabuelos paternos como Aminadab García Gordon, poeta, escritor y su esposa María de Los Ángeles Paternina, oriundos de Sucre.

Lo que seduce aún más a quienes siguen paso a paso las obras y el transcurrir del cataquero es que cada aparte de su vida guarda un enlace literario que bien es descrito en apartes de sus obras escritas.

Según Sánchez de Villa de acuerdo a lo encontrado en la obra se relacionaron fragmentos que conjugaban perfectamente con las imágenes expuestas.

Causa curiosidad en la parte final de la exposición una fotografía que corresponde a la Primera comunión de la protagonista de una de sus más fatales historias: Ángela Vicario de Crónica de una muerte anunciada, no faltan los incrédulos, pero como la misma creadora de la exposición afirma: hay documentos que certifican la autenticidad de las fotos.

Gabo el tímido

La labor de ir recolectando cada una de las piezas no ha sido una tarea nada fácil, convencer a la familia del Nobel y reiterarles de la importancia que genera esto como símbolo perpetuo de su imagen, se convirtió en la fórmula que generara hoy en día se siga sumando más material para ser expuesto.

Aunque Gabriel García no ha asistido a alguna de las exposiciones que se han realizado y que esta ocasión pisa por primera vez suelo bogotano, tampoco es que su aporte anecdótico sobre temas que tengan que ver con su entorno familiar puedan desplegar una vasta información. "Gabo es muy tímido al hablar, no le gustan esas cosas y prefiere que sea la familia la que comente de su pasado" refirió la Sara Sánchez.

Sin necesidad de leer sus numerosas biografías, ni acudir a extensas cátedras que analizan su obra, en la exposición se hallan características especiales como la importancia sustancial de sus abuelos quienes le inculcaron la formación como escritor al narrarles historias que desde niño y el haber sido criado entre mujeres, las cuales les despertaron mucho su creatividad e imaginación.

La muestra tiene con 51 fotos cuenta con el apoyo del Ministerio de la Cultura y para llegar hasta la XXX Vitrina Turística de Anato contó con el patrocinio de la Alcaldía Distrital, el Fondo de Promoción Turística de Santa Marta, empresas como Metroagua, Sociedad Portuaria, y hasta la aerolínea Copa Airlines, que transportó en forma gratuita las valiosas piezas fotográficas.

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