8 de abril de 2012

MEMORABILIA GGM 571

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Semana
Libro Separata: La hora del caribe.
Bogotá - Colombia
Abril 7, 2012.

« PERSONAJES

El territorio de Gabo

Nuestro premio Nobel de literatura tomó del Caribe colombiano su fresca y desparpajada manera de ver la vida.

Por Jaime Abello Banfi*

"Toda mi obra viene de la cultura popular del Caribe". Eso, literalmente y de manera contundente, me dijo una vez Gabriel García Márquez mientras paseábamos por el centro de Barranquilla, por los días en que estaba dedicado a terminar su libro de memorias Vivir para contarla y a iniciar una inconclusa trilogía de relatos. "Barranquilla es Macondo urbanizada", agregó con una sonrisa a la vez socarrona y nostálgica. Es que el Caribe colombiano es el territorio fundamental de la vida y la ficción de nuestro premio Nobel de Literatura.

Desde que se asomó en su primer cuento, publicado en el diario El Espectador hace 65 años, hasta su última novela, Memoria de mis putas tristes -cuya historia transcurre en Barranquilla, pero sin nombrarla-, la creatividad de Gabo ha sabido aprovechar como fuente inspiradora y materia prima de su mundo literario tanto las vivencias y la tradición oral de su entorno familiar, como los personajes, leyendas, música, clima e imágenes de la naturaleza de esta región de Colombia, que conoció a fondo en su etapa formativa, como queda en claro con la lectura de sus memorias.

Con enorme sensibilidad absorbió toda la influencia del Magdalena Grande y La Guajira por vía de la Aracataca de su infancia al lado de la Sierra Nevada, del linaje materno y de los recorridos por la provincia vallenata. También de la excitación y los aprendizajes de gran ciudad en la Barranquilla de sus estudios escolares, de su vida de reportero y de sus amistades literarias, y de la cultura sabanera y la tradición de los arrochelados y cimarrones por el lado de su padre y de las estancias en las tierras inundables de Sucre, Sucre. Finalmente, del singular paisaje urbano y la herencia colonial de la Cartagena que sus familiares y él mismo escogieron como domicilio. 


EL TALANTE NOBEL

La impronta de esa etapa formativa, los afectos familiares, la raíz profunda de la identidad cultural, el modo de ser de la gente y el placer del asombro que se renueva permanentemente ante historias increíbles, son factores que explican ese apego perdurable al Caribe colombiano que hace que Gabo y su esposa Mercedes jamás hayan cambiado de acento, que mantengan la comunicación semanal para escuchar los cuentos de sus familiares y amigos cercanos, y que asuman mantener la casa en Cartagena y el apartamento en Barranquilla siempre listos para recibirlos de regreso.

El talante de Gabriel García Márquez podría ser definido como el de un ‘barranquilloso’ (término que le oí decir a él mismo), o simplemente el de un buen caribe. Me refiero a una actitud democrática de bonhomía e igualitarismo en las relaciones interpersonales, de buen humor y desparpajo ante los problemas de la vida, de sano escepticismo ante los convencionalismos y protocolos, de una capacidad de iniciativa y laboriosidad que no corresponde a los típicos prejuicios cachacos, de un pragmatismo que le lleva a repetir constantemente las palabras de su madre Luisa: "lo mejor es lo que pasa".

O como contestó de manera sentenciosa ante los dilemas estratégicos, que nos planteaban en una reunión de junta directiva los expertos en planeación que asesoraban a la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano: "Lo que se puede se puede, y lo que no se puede no se puede".

Lo que sí había dejado muy en claro desde el principio es que esperaba que nuestros talleres de periodismo fueran no solo prácticos y útiles, sino "alegres como la vida misma", por lo cual hemos convertido a la 'cheveridad' en un verdadero valor institucional, de la mano de la rigurosidad. 


LA AGENDA DE MACONDO

Al cumplir 85 años de edad, 45 de la publicación de Cien Años de Soledad y 30 de haber recibido el premio Nobel, vale la pena que los costeños refresquemos la idea de que este hombre es un referente de orgullo y un ejemplo vivo de dignidad, logro y valores para las nuevas generaciones del Caribe colombiano. Por eso, además de leerlo y releerlo, la manera más hermosa y sincera de hacerle un homenaje desde su región sería el proceso de debatir e impulsar los temas de lo que podríamos denominar Agenda García Márquez.

Esto es, promover como propósitos colectivos que comprometan a nuestros líderes de la política, el empresariado, la academia y la sociedad civil y a la ciudadanía en general, las preocupaciones esenciales de Gabo en su vida pública: buscar la paz, la democracia, los derechos humanos y el desarrollo social incluyente; la mejora de los sistemas educativos y el estímulo a la creatividad de los niños: la integración con los países latinoamericanos y el Gran Caribe. A ello se sumarían todos los programas que se puedan hacer desde el gobierno, las empresas y las instituciones para apoyar nuestra cultura popular, así como la formación y despegue profesional de quienes quieran el ejemplo de extraordinario de las tres grandes vertientes creativas que han caracterizado la obra de este costeño universal: la literatura, el periodismo y el cine.


* Director general de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI).

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