17 de julio de 2011

MEMORABILIA GGM 502

Primer comentario publicado a Para que no se las lleve el viento

COLOMBIA POSITIVA
Quito – Ecuador
Julio de 2011

LIBROS

Para que no se las lleve el viento

Entrevistas a Gabriel García Márquez
Recopilación de Fernando Jaramillo

Por Octavio Peláez Mendoza



Fernando Jaramillo es un manizaleño de pura cepa que “se crió en un periódico, debajo de un chibalete”, según sus propias palabras. No podía ser de otra manera, pues es el hijo menor de Hugo Jaramillo (“Harry” para quienes no sepan su nombre real), un periodista de tracamandraca, de esos que han dejado huella.

Pues Fernando, que vive en Cali, es uno de los más serios y concienzudos “gabólogos” que uno se puede encontrar. Asegura tener más de cuatro mil páginas de artículos periodísticos relacionados con Gabriel García Márquez, a quien personalmente solo vino a conocer “a las nueve de la mañana del Sábado de Gloria del año de 1985” como nos cuenta en la introducción de Para que no se las lleve el viento, el libro que aquí referenciamos.

Es la clase de libro del que los bibliófilos nos podemos sentir absolutamente orgullosos de poseer. En mi caso, el ejemplar Nº 46 de una edición numerada de solo 100 ejemplares, enviada a Quito –desde Cali– directamente por su investigador-editor-compilador-autor; que todo es aquí Jaramillo.

Y, perdón, pero –con el riesgo de mostrarme en este escrito más desordenado de lo que soy– hay que volver al origen de la obra.

Es que no se trata de un trabajo fácil ni de un libro “de oportunidad” como tanto se acostumbran hoy en día. Desde su adolescencia Fernando Jaramillo se dedicó a coleccionar todo lo que a su paso hallaba que hiciese alguna referencia al mencionado Gabo. Su vida –como la de tantos latinoamericanos primero y después lectores de todo el mundo– dio un vuelco después de la lectura de Cien años de soledad, todavía hoy, uno de los libros preferidos de Jaramillo.

De esa colección de papeles -por supuesto-, nace esta prolija y memoriosa compilación que hoy, gracias a la acuciosidad del editor, vemos convertida en un mamotrético tomo de 752 páginas totales, repartidas en 24 cuadernillos de irregular conformación, impreso a una tinta sobre papel de libro (supongo que Propalibro, aunque no puedo jurarlo) color marfil, y con una pasta de unos 250 gms. con una media superior de cielo azul e inferior de verde selva profundo, sobre el que campean algunos textos. Hasta unos cuantos errorcitos ortográficos y tipográficos logramos encontrar los “cazadores”. La verdad, estéticamente hablando, es que es un “libro feo”, especialmente para quienes sentimos aberrante inclinación por la presencia del libro.

Pero ¡su contenido! Sin lugar a dudas, una verdadera joya. No sería fácil definirlo de otra manera.

Ya lo dije, pero no me importa repetir que es el resultado de un trabajo de búsqueda e investigación de toda una vida, y un trabajo ya práctico frente a la computadora, de algo más de tres años.

El editor ha logrado así reunir ciento diez entrevistas realizadas a Gabriel García Márquez durante los últimos 56 años. Creería yo que casi todas las que le han hecho que han sido publicadas en español (aunque hay varias traducciones de entrevistas originalmente publicadas en otros idiomas, pero reproducidas por medios en nuestro idioma).

Comienza con una entrevista que le hizo el poeta Arturo Camacho Ramírez en su programa ¿Cuál es su hobby? en la Emisora HJCK, en 1955, cuando García Márquez daba sus primeros pasitos hacia la fama después de publicar su “Relato de un náufrago” en El Espectador. En ella Gabo dice que su hobby es la superstición y habla en ella de “trenes amarillos”, de esos que algunos identificamos 30 o 40 años después, plasmados en los cuadros del pintor ecuatoriano Gonzalo Endara Crow. Realismo mágico, lo llamarían después unos “franceses desocupados”, como los referencia el escritor.

Esa es la partida. De ahí en adelante, una tras otra, esas decenas de entrevistas en las que puede uno identificar desde el Gabriel García Márquez profunda y convencidamente político, hasta el Gabo mamagallista y caribeño irremediable, pasando por el hombre sencillo que nunca se ha permitido a sí mismo el lujo del soroche que produce la altura de la fama y que no ha cambiado a sus amigos de siempre, aquellos mismos con los que bebía ron e intercambiaba historias en “La Cueva”, en su querida Barranquilla.

El escritor exorciza en estas ciento diez entrevistas sus fantasmas, perenniza sus sueños, piropea sus fijaciones, divierte sus tristezas, encumbra las bajezas, pero –por sobre todo- humaniza el tecnicismo y mecanicismo del mundo de hoy.

Definitivamente una lectura deliciosa que aún el más egoísta de los mortales desearía que pudiese ser compartido por muchos. Ojalá que su epopéyico editor, Fernando Jaramillo, lograra algún día hacer no ya esa edición reservada de la que tan orgullosos nos seguiremos sintiendo los cien privilegiados poseedores, sino una que pudiese llegar a todos los rincones en donde haya un gabófilo ansioso.

Jaramillo, además, sostiene desde hace unos años el blog llamado “Memorabilia” (hermoso nombre, con hermosas implicaciones y recuerdos personales), ya hoy con más de 500 entradas.

De este blog, con autorización de su dueño, hemos tomado prestada una foto de oportunidad histórica, en la que aparecen Gabriel García Márquez y su esposa Mercedes Barcha, con el alevosamente asesinado cantautor argentino Facundo Cabral. Por respeto, utilizamos exactamente el mismo pie de foto del blog MEMORABILIA: (vease MEMORABILIA GGM 500)

http://www.memorabiliaggm.blogspot.com/

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