EL ESPECTADOR
Bogotá –
Colombia
1º. de
noviembre de 2015
Ramiro de la Espriella
Por Alonso Restrepo de León
Nuestra gran pintora cartagenera Cecilia
Porras* decidió hacer un retrato en una mesa de café a dos ilustres costeños:
Ramiro de la Espriella y Gabriel García Márquez. Cuando Gabo ganó el Nobel,
Ramiro decide separarse del retrato. Toma una tijera y lo corta. Le digo:
"¿por qué vas a hacer eso?". Y contesta: "¿y yo porque tengo que
estar al lado de un Nobel?". Enrolla la parte en que aparece Gabo y se la
manda, y enmarca el pedazo donde está su imagen. Muchos lectores no entenderán
su gesto. El caballero castellano se yergue. Parece un pasaje de Los Romances del Duque de Rivas y es que
Ramiro era el caballero castellano cartagenero. Hombre recto, sin dobleces, de
una integridad a toda prueba, liberal en todo el buen sentido de la palabra.
Amigo sin igual, contertulio sabroso, de una inteligencia privilegiada, culto y
sagaz. Se va una de las plumas más agudas y más justas del periodismo
americano. El Espectador fue su casa, yo sé que hoy los Canos estarán de luto. Los
amigos que quedamos, costeños como yo, no tendremos la compañía de los que
partieron primero, Ramón de Zubiría, Nicolás del Castillo, Nicolás Salom,
Lácides Moreno…, nos duele profundamente porque es un colombiano que siempre
hará falta. Fue luz en la poterna y guardián en la heredad. Paz en su tumba. A
Claudia, su hija, un beso de tío.
* Diseñadora de la portada de la primera
edición de La hojarasca.(N del E.)
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EL UNIVERSAL
Caracas
-Venezuela
29 de
octubre de 2015
Literatura
Piedad Bonnett: "El
realismo mágico de García Márquez nos encajonó"
Según la autora colombiana, García Márquez tuvo un estilo
muy único, escribió de una "realidad distinta" y "con el
periodismo como maestro", además de irrepetible.
Austin.- Gabriel García Márquez y su realismo
mágico fueron tan omnipresentes que "encajonaron" la literatura
latinoamericana a ojos del mundo, dijo hoy la escritora colombiana Piedad
Bonnett.
Bonnett develó algunas claves en torno a la obra de
García Márquez (Cortesía)
"Empezaron a pedirnos que todos
escribiéramos realismo mágico", sostuvo Bonnett durante el simposio
"Gabriel García Márquez: su vida y legado", que acoge la Universidad
de Texas en Austin (EE.UU.) con motivo de la apertura del archivo personal del
nobel.
Según la autora colombiana, García Márquez
tuvo un estilo muy único, escribió de una "realidad distinta" y
"con el periodismo como maestro", además de irrepetible:
"Inaugura un mundo y lo cierra", subrayó.
"La Colombia que presenta García Márquez
es la Colombia premoderna, donde imperaban unos valores que no estaban
impregnados por el valor del dinero. Está muy patente en 'El coronel no tiene
quien le escriba', perfectamente equiparable con 'El Quijote', son hombres que
despiden una época que ya no va a volver", afirmó Bonnett.
"Como (Miguel de) Cervantes en "El
Quijote", nos despide de un mundo y nos alerta que el mundo de la
modernidad se abre para los demás y que eso es irreversible. Con tristeza y con
ironía, porque sería muy ingenuo querer sostener ese mundo", defendió la
escritora, poeta y ensayista.
Para Bonnett, fue en 1948, después del
levantamiento conocido como el "Bogotazo", cuando García Márquez
"comprendió" que su realidad, la caribeña, "era totalmente
distinta a la bogotana" y que, además, "él tenía que contarla con
'cara de palo'", el mismo tono que utiliza el personaje de Úrsula en
"Cien años de soledad" y que ejemplifica su fabuloso realismo mágico.
"García Márquez dijo una vez que los
escritores del género colombiano 'la novela de la violencia' se concentraban en
los muertos, violados y decapitados pero no en lo que realmente importaba, que
eran los vivos, esos que estaban sudando miedo en sus escondites", comentó
Bonnett, al definir una de las claves de su grandeza.
Según ella, "lo renovador de García
Márquez fue la manera de mostrar esa historia de Colombia. Ese pasado que le
correspondía de manera muy particular".
"Lo había oído de labios de sus abuelos:
las historias de la compañía bananera, de la Guerra de los Mil Días. Se le
ocurrió escribir algunas de esas historias en ese estilo que la academia luego
tituló realismo mágico", concluyó.
El simposio, que reúne a importantes
escritores latinoamericanos, empezó este miércoles y se clausurará el viernes.
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Univision.com
México
D.F.
30 de
octubre de 2015
El
legado de García Márquez, a la vista de todos
"García Márquez está bien
acompañado en el Centro
Ransom"
Por
Lorena Arroyo
desde Austin, Texas
@lav_arroyo
"Mira la compañía, maestro: Joyce",
dice Rodrigo, el hijo mayor de Gabriel García Márquez, dirigiéndose al busto de
quien es probablemente el escritor latinoamericano más universal. Su hermano
menor, Gonzalo, aprovecha mientras para hacerse una foto con la imagen de su
padre, ante las risas del resto de la familia que comenta el gran parecido
entre ambos.
La estatua sonriente del escritor colombiano
comparte estantería con la del irlandés James Joyce en el vestíbulo del Harry
Ransom Center (HRC) en Austin, la institución de la Universidad de Texas donde
esta semana se hicieron públicos los archivos del autor de Cien años de
soledad.
Hasta allí llegó buena parte de la familia,
amigos, expertos y admiradores del escritor para asistir a la conferencia
“Gabriel García Márquez, su vida y legado” con la que se celebra la apertura a
la consulta de estos materiales con los que, según su biógrafo, Gerald Martin,
“se puede hacer el trabajo genético” de su obra.
El archivo está compuesto por cientos de los
manuscritos que se convirtieron en libros, por bocetos, cartas, fotografías,
máquinas de escribir, computadoras y hasta una novela inédita que se titula En
agosto nos vemos.
Martin, a quien García Márquez describió en la
dedicatoria de un libro como “el loco que me persigue”, acompañó y entrevistó
al escritor por casi dos décadas para preparar su biografía. Él asegura que
para el Premio Nobel de Literatura “dejar a la gente ver su carpintería era
como que lo vieran en ropa interior”.
Pues, en Austin no se libra: no sólo se pueden
consultar sus manuscritos y bocetos de libros mecanografiados con tachones de
diferentes colores, cruces y anotaciones, sino que en la parte fotográfica de
su archivo se puede ver una instantánea del Premio Nobel en ropa interior,
sentado en una cama y hablando por teléfono.
Desde que en noviembre pasado el mundo se
despertó con la noticia de que una librería de investigación de Estados Unidos
había comprado los archivos de García Márquez -75 cajas con materiales del
escritor-, en el Harry Ransom Center no han parado de trabajar para catalogar y
poner los materiales a disposición del público.
La decisión de la familia del escritor de
llevar su archivo a Estados Unidos, un país que durante mucho tiempo vetó la
entrada al colombiano por su ideología izquierdista y su amistad con Fidel
Castro, no estuvo exenta de polémica. Especialmente en sus países de origen,
Colombia, y de residencia, México, muchos lamentaron que el archivo del Premio
Nobel no se quedara en casa.
Pero entre los asistentes a la conferencia de
Austin nadie parece dudar que acá estará bien resguardado el legado de García
Márquez, donde tendrá como vecinos a genios de la literatura universal como
James Joyce, Jorge Luis Borges, Samuel Beckett, Ernest Hemingway y William
Faulker, un autor al que el colombiano admiraba profundamente.
“Una parte de Macondo se mudó a la esquina de
la calle 21 con la calle Guadalupe. En el fondo no salió de América Latina”,
dice Gabriela Polit, profesora de la Universidad de Texas, una institución que
además posee uno de los mejores centros de estudios latinoamericanos del mundo,
el Teresa Lozano Long Institute of Latin American Studies (LLILAS).
Para Polit, este archivo es solo el comienzo:
una fuente donde admiradores e investigadores pueden estudiar la metodología
detrás de sus obras y conocer más de sus diferentes facetas como escritor,
periodista, cineasta, su lado más personal y sus inclinaciones políticas. Buena
parte de estos materiales serán digitalizados y puestos a disposición de
cualquiera a través de Internet.
Según explica el director del Harry Ransom
Center, Stephen Enniss, el centro ya ha comenzado a ampliar la colección con
nuevas adquisiciones, como la reciente compra de 48 cartas que García Márquez
le escribió a su amigo de juventud Plinio Apuleyo Mendoza entre 1961 y 1971.
"A mí me gusta pensar que hemos dado vida
a un archivo que antes era inaccesible y ahora está disponible y es un orgullo
ver a gente consultándolo y a investigadores hablando del legado de García
Márquez", dice Enniss a Univisión Noticias.
Enniss destacó la presencia de buena parte de
la familia en la conferencia de presentación de los archivos, inaugurada el
miércoles por el escritor británico de origen indio Salman Rushdie y clausurada
la tarde de este viernes por la mexicana Elena Poniatowska.
Los documentos personales de García Márquez
aún tienen mucho por decir. “El monstruo literario, el gran autor, era humano
después de todo, era falible”, dice José Montelongo, bibliotecólogo del
Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Texas, quien en el
verano de 2014 viajó a México junto al director del HRC para conocer el
material del que disponía la familia García Márquez.
“Escribía toda la mañana y después, no le
gustaba y pensaba: 'esto tiene que ir a la basura'. Cuando los investigadores
puedan sentarse a ver esos manuscritos podremos hacerlos hablar y ver cuál era
el método. Es algo para lo que se requerirá paciencia y método. Ver el camino
de la creación a través de este archivo”, apunta Montelongo.
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RCN Radio
Bogota –
Colombia
30 de
octubre de 2015
Entretenimiento
Colombia “apoya” que archivo
de Gabo esté en Texas:
Mincultura
EFE
La ministra de Cultura, Mariana Garcés, afirmó
en la Universidad de Texas (EE.UU.) que Colombia “respeta, comprende y apoya”
la decisión de la familia de Gabriel García Márquez de vender el archivo del
premio nobel a esta institución estadounidense.
Garcés quiso terminar así con la polémica
generada hace un año y que ella misma alimentó al conocerse que la viuda y los
hijos de García Márquez habían decidido vender sus documentos personales a la
Universidad de Texas, en Austin.
“Es una lástima no tenerlo”, dijo entonces la
ministra, replicada por el hijo del escritor, Gonzalo García, que explicó “que
el Gobierno colombiano nunca se hizo presente ni hizo ninguna oferta” por el
archivo.
Este viernes, durante el simposio en honor a
Gabo en Austin, Garcés quiso tender la mano a la familia y a la universidad:
“Siempre -aseguró- hemos respetado, comprendido y apoyado la voluntad de su
esposa Mercedes y la de sus hijos de entregar sus archivos a esta importante
institución”.
“Aquí y ahora se está concretando uno de sus
sueños, una de sus utopías: ser parte del arca de la memoria que lleva entre
sus pasajeros a Jorge Luis Borges, Virginia Woolf , William Faulkner, James
Joyce y Ernest Hemingway”, concluyó.
La Universidad de Texas adquirió hace un año
por 2,2 millones de dólares el archivo personal de García Márquez: manuscritos,
correspondencia, fotografías y otros documentos que esta institución abrió a la
investigación la semana pasada.
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EL UNIVERSAL
México
D.F.
30 de
octubre de 2015
Poniatowska conocio a
Gabo bailando cumbia
"Cien años de
soledad acabo con todo. Gabo se sentó sobre el mundo entero",
dijo la escritora al clausurar el simposio dedicado al
Premio Nobel
en la Universidad de Texas.
Elena Poniatowska conoció a Gabriel García
Márquez en las fiestas que Carlos Fuentes organizaba en Ciudad de México. El
colombiano, que aún no había escrito Cien
años de soledad, bailaba cumbia. La mexicana hoy clausuró con un emotivo
discurso el simposio en honor al nobel en Estados Unidos.
La Premio Cervantes 2013 confesó que, en ese
entonces –corren los años sesenta–, "Gabo no era el centro de la
fiesta", recordó que "un rayo de angustia atravesaba sus ojos", hasta
que se encerró en su casa a trabajar.
De ahí salió
su novela más célebre, cuyo manuscrito tuvo que enviar en dos paquetes a la
Editorial Sudamericana de Buenos Aires por que no tenía plata para mandarlo
todo de golpe: Debía varios meses de alquiler y algunas compras en la
carnicería.
"Cien
años de soledad acabó con todo, Gabo se sentó sobre el mundo entero",
dijo Poniatowska, quien se reivindica como una de sus amigas de "antes"
de esa división cronológica que 1967 supuso en la vida del que sería premiado más
adelante con el Nobel.
Para Poniatowska, Cien años de soledad, dio a los lectores latinoamericanos "una
aureola de radiaciones que antes solo conocían los santos de la Iglesia":
"Ningún libro de autoayuda ha logrado el cambio de hábitos ni de fe en sí
mismo como esta novela", dijo.
"Si García Márquez, ese jovencito delgado
y nervioso que subsistió en pensiones no hubiese tenido la urgencia de escribir
para comer, no existiría Cien años de
soledad, aseveró su amiga mexicana.
Poniatowska clausuró así un simposio que abrió
Salman Rushdie el miércoles en la Universidad de Texas en Austin y por el que
han pasado escritores académicos, periodistas, expertos, amigos y familiares
para hablar sobre el nobel en la institución que adquirió hace un año su archivo
personal.
En esta última jornada, periodistas
reivindicaron la faceta de reportero del nobel colombiano frente a su versión
literaria, por la que es mundialmente conocido gracias a sus exitosas novelas.
Jaime Abello, director de la Fundación Gabriel
García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, que el nobel fundó,
contrapuso el fabuloso realismo mágico de sus novelas al "pragmatismo
mágico", dijo, de su obra periodística.
Según Abello, en 1955, apenas con 28 años, García
Márquez ya era "el reportero más exitoso de Colombia" y se preparaba
para una carrera que lo llevaría a Europa y a Estados Unidos como corresponsal
y a trabajar en Venezuela y México, a practicar un "periodismo por pasión
muy orientado a la postura de izquierdas" después de sus éxitos novelescos
y a centrarse, finalmente, en la investigación, la ética y la enseñanza.
Uno de los hijos de García Márquez, Rodrigo,
también intervino hoy en un panel dedicado a su faceta de cineasta, en la que
reconoció que su padre "hubiese querido ser director de cine", aunque
se tuvo que conformar con escribir algunos guiones.
'Habla la posibilidad de escribir guiones y
eventualmente dirigir una película, pero por suerte fracasó y tuvo que
conformarse con escribir", ironizó García, él sí director, al definir como
"ilusión" y "sueño" lo que su padre sentía por él.
Finalmente, y antes de la clausura de Poniatowska,
la ministra colombiana de Cultura, Mariana Garcés, tuvo un gesto de
reconciliación con la familia del nobel después de los desencuentros que
tuvieron hace un año cuando la Universidad de Texas compró el archivo.
"Siempre hemos respetado, comprendido y
apoyado la voluntad de su esposa Mercedes y la de sus hijos de entregar sus
archivos a esta importante institución", dijo Garcés en Austin.
'Pensarnos que lo que ocurre aquí es la
realización póstuma de un deseo. Intuyo que Gabo quiso que el registro personal
de su vida se reuniera con el de aquellos que consideraba sus maestros, o sus amigos';
dijo la ministra en referencia a las otras importantes colecciones que posee la
Universidad de Texas como las de Jorge Luis Borges, Virginia Woolf , William
Faulkner, James Joyce o Ernest Hemingway.
La Universidad de Texas abrió la semana pasada
a la investigación el archivo personal de García Márquez, que contiene
numerosos manuscritos, su obra inédita, miles de cartas, 43 álbumes de fotos,
libretas, documentos y objetos personales.
rqm
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EL ESPECTADOR
Bogotá –
Colombia
30 de octubre
de 2015
Columna
de opinión
García Márquez en Austin
Por Santiago
Gamboa
El apacible campus de la Universidad de Austin
en Texas, todavía azotado por los aguaceros del último tornado, inaugura en el
Harry Ransom Center su Archivo García Márquez con un coloquio sobre algunos
aspectos de la vida y obra del Nobel, y para ello se invitó a una serie de
escritores, periodistas e intelectuales, entre ellos a Salman Rushdie, quien acaba
de publicar una novela muy poderosa y a la vez polémica llamada “Dos años, ocho
meses y veintiocho noches”.
Hasta ahora el Harry Ransom expone sólo un 1%
del material, pues la gran mayoría está en aún en proceso de clasificación y
conservación. Es emocionante para cualquiera que ame la literatura ver la vieja
edición del Ulises, de James Joyce, que leyó García Márquez, así como cartas
originales y manuscritos, algo realmente invaluable. Por una suerte de milagro
pude acceder también a las 78 cajas que aún no están expuestas, donde se
guardan todos los manuscritos y las impresiones de sus novelas ya escritas en
computador, con los tachones y comentarios suyos encima, las notas al margen y
frases sueltas, e incluso misteriosos teléfonos. Uno de ellos, por cierto, en
una página no publicada de sus memorias, tenía el código de área de Londres,
así que pensé, ¿será el de Doris Lessing? Confieso que intenté memorizarlo para
probar luego, pero fue tal la emoción de todo lo que me mostraron que lo
olvidé. Dan ganas de sentarse y leer página por página cada una de sus
anotaciones, pues en ellas está el secreto del ritmo de su prosa, y en el caso
de lo no publicado de las memorias, también los nombres tachados para proteger
secretos y respetar la intimidad de muchas personas, algo que, supongo, acabó
por convencerlo de no publicar esas páginas en las que está el revés de la
realidad, no sólo literaria sino sobre todo política.
Las fotos son otro tema conmovedor, pues es
como el álbum de familia de la segunda mitad del siglo XX. Según los
especialistas del Harry Ransom, lo que la familia entregó está bastante bien
archivado, lo que quiere decir que hay un trabajo previo, pues a pesar de que
en los últimos años él vivió en la desmemoria, siempre fue muy organizado y
racional en el manejo de sus asuntos privados.
Para Rushdie, la obra de García Márquez le
mostró hasta qué punto la vida rural de la India y de América Latina se asemejaban.
“Las historias de su abuela”, dijo, “eran esencialmente idénticas a las de la
mía, sólo que en otro contexto”. Nunca lo conoció personalmente y sólo una vez
hablaron por teléfono. Rushdie no recuerda bien en qué idioma, tal vez un poco
en francés. Al narrarlo en sus memorias dice que “fue como hablar con dios”. Y
cuando Rushdie visitó Colombia comprendió que el famoso “realismo mágico” era
más realista que mágico, y estableció de nuevo un paralelo entre Macondo y
Bombay. “Pero por desgracia en literatura también existen modas”, dijo, “y hoy
la moda de la autoficción opaca a los escritores en cuyos textos la fantasía es
fuerte”. Lo dijo con cierto laconismo, pues su última novela fue terriblemente
criticada en el New York Times, acusada de exceso de fantasía. “Pero prefiero
ser considerado un autor cuya escritura no está hoy de moda”, dijo Rushdie, “si
eso mismo me acerca a un gigante de la literatura como García Márquez”.
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