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Oaxaca -Mexico
Noviembre 2, 2014
Gabriel García Márquez,
un periodista comprometido con la verdad
El
Conversatorio sobre Gabo periodista fue la primera
actividad celebratoria del
escritor colombiano
a
quien este sábado se le rendirá un homenaje en el teatro Macedonio Alcalá.
Entre los muros blancos del Museo de Arte Contemporáneo (MACO) se paseó
el alma de “Gabo”. Lo convocaron las anécdotas, la lectura de algunos de sus
textos y los recuerdos sobre su forma de ejercer el oficio que nutrió toda su
obra literaria: el periodismo.
Éste es un homenaje que todos le debemos a Gabriel García Márquez,
expresó el escritor Jorge F. Hernández al inicio del Conversatorio con el
director de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), Jaime Abello
Banfi, con el cual inició el tributo al Nobel colombiano fallecido en abril de
este año.
Creada y financiada por García Márquez, a quien está dedicada la 34
edición de la Feria Internacional del Libro Oaxaca, la FNPI es el mayor legado
de quien se hizo novelista en las redacciones de diarios colombianos.
Jaime Abello apuntó que García Márquez se asumía fundamentalmente como
un periodista. “Sus libros son de periodista, tienen gran cantidad de datos,
son investigaciones con rigor periodístico, puede que sean reportajes novelados
o fantásticos, pero el manejo de los hechos es el de un periodista”, enfatizó.
“También -precisó Abello,
cofundador de la FNPI- la obra
periodística de García Márquez se nutrió al principio de la literatura, de la
inglesa y la norteamericana principalmente, pero después, a partir de El otoño del patriarca, ocurrió al revés
y su novelística se alimentó del periodismo.”
Novelas como Crónica de una
muerte anunciada, basada en hechos reales y no se diga Cien años de soledad, poseen un riguroso manejo periodístico, tanto en la forma como en el contenido; Gabo
no reparaba en consultar con sus fuentes, a la hora que fuera, los datos que necesitara.
Con el poder que tenía, sabiendo que nadie se negaría a tomarle una
llamada telefónica, a la hora que fuera, llamaba de madrugada al Observatorio
Nacional de Colombia para pedir información sobre cuál era la posición de la
luna en tal año y tal día, o para conocer el recorrido del río que un personaje
suyo iba a transitar, aseguró su compatriota.
Sobre su escritura, Abello consideró que el estilo literario de Gabo lo
adoptó de los cuentos que le contaba su abuela en Aracataca, quien
supuestamente le contaba historias para dormir pero al final lograba hacerlo
soñar.
Respecto a su ética periodística, Abello señaló que para García Márquez
un periodista es una persona en la que se puede, se debe confiar.
“Era un hombre con ideas radicalmente tributarias de la verdad;
comprometido siempre con la libertad de expresión. Un magistrado de los
hechos”, puntualizó.
Fiel amigo de estadistas como Fidel Castro, Omar Torrijos, o Bill
Clinton, García Márquez siempre encontró “una manera honrada” de relacionarse
con ellos, y nadie puede negar que el periodismo fue un una herramienta con la
que hizo política.
Acto seguido de la inauguración oficial de la Feria Internacional del
Libro, a partir de las 12:00 horas del mediodía.
El acceso a todas las actividades de la FILO es libre.
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EL ESPECTADOR
Bogotá -
Colombia
30 de
octubre de 2014
Gabriel
García Márquez
Implementan cátedra
Gabriel García Márquez-
Colombia un país macondiano
En las clases se presentarán temas que rodean la vida del
escritor colombiano ganador del Nobel.
Por:
Redacción Actualidad
Ante la implementación de la cátedra Gabriel
García Márquez-Colombia un país macondiano en la Universidad Nacional sede
Manizales para los estudiantes de pregrado, el vicerrector de esa institución,
Germán Albeiro Castaño, destacó lo importante que es dar a conocer a las nuevas
generaciones la vida y obra del colombiano ganador de un Nobel, especialmente a
aquellos que inician una carrera universitaria en áreas encaminadas más que
todo a la ciencia y los números.
La realización de la cátedra se basa en el
fortalecimiento de los conocimientos que se tienen del escritor, tales como su
liderazgo. También incentivarlos a la lectura y escritura. Entre los temas que
incluye el proyecto se encuentran Gabo poder y política, Gabo periodista, la
historia, la política, la literatura y el relato en sus novelas y liderazgo y
semiología del escritor.
En la iniciación de la cátedra estarán
presentes el directivo de la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo
Periodismo Iberoamericano, José Luis Novoa, el escritor caldense Octavio
Escobar, docentes y expertos en la vida y obra de García Márquez, literatos y
poetas.
Hasta el momento son 50 los estudiantes
matriculados para este semestre, quienes conforman el primer grupo que atenderá
a la cátedra y conocerán más acerca de la vida del escritor, sus inicios en el
periodismo, El Espectador, su vida, el Boom Latinoamericano, valores familiares
y su paso por la Universidad Nacional de Colombia como estudiante de derecho.
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EL
TIEMPO
Bogotá - Colombia
31 de octubre de 2014
Gabo, Cortázar y compañía,
de nuevo juntos en libro sobre el 'boom'
Xavi
Ayén narró cómo, en los 60 y 70, escritores latinoamericanos se resguardaron en
Barcelona.
Por: María Paulina Ortiz
Gabriel García Márquez, Jorge Edwards, Mario Vargas Llosa, José Donoso y Ricardo Muñoz Suay rodean a la 'superagente' Carmen Balcells, en 1974.
Foto: Tomada del libro 'Aquellos años del boom'
.
Este libro comienza y marca su final con un puñetazo. El más famoso,
quizá, del mundo literario de América Latina: el que le metió Mario Vargas
Llosa a Gabriel García Márquez el 12 de febrero de 1976 en los pasillos del
Palacio de Bellas Artes de Ciudad de México y que significó, por lo menos
simbólicamente, el final del llamado boom latinoamericano.
El periodista español Xavi Ayén no había nacido cuando Gabo, Vargas
Llosa, Julio Cortázar, José Donoso y Carlos Fuentes, entre otros grandes
autores latinoamericanos, comenzaron a llegar a su ciudad, Barcelona, algunos
para habitarla durante largas temporadas y otros un poco más de paso.
Eran los años 60. Ayén nació a finales de esta década y creció con
muchas preguntas: ¿Qué había pasado durante esos años en su ciudad? ¿Cómo se
había formado el famoso boom? ¿Cómo era la vida cotidiana de estos autores
mientras escribían allí, en Barcelona, algunas de sus obras maestras? Durante
los últimos diez años, Ayén –que es periodista del diario La Vanguardia– se
dedicó a hablar con testigos directos y a leer documentos extensos que le
permitieran responderse sus interrogantes.
El resultado de su trabajo es Aquellos años del ‘boom’, un libro que en
900 páginas describe las características de ese momento particular de la
literatura latinoamericana. Como antecedente (e inspiración de Ayén), el
chileno José Donoso había escrito Historia personal del boom, desde una
perspectiva muy íntima y mientras todo sucedía.
La de Ayén es una investigación periodística que analiza el fenómeno a
distancia, desde fuera, y retrata a sus protagonistas. “Quise escribir este
libro desde el periodismo, no desde la academia. No buscaba una suma de
biografías, sino mostrar las interrogaciones entre los autores, entre ellos y
su agente, entre ellos y sus editores”, dice Ayén desde su casa en Barcelona.
Aquellos años del boom, “la historia de un grupo de amigos que
cambiaron la literatura para siempre”, comienza por la ciudad que vio nacer el
movimiento. “El boom llegó a Barcelona en un carro de alquiler”, escribe Ayén,
al narrar cómo García Márquez y su familia llegaron a vivir a esta ciudad en
1967. Gabo ya cargaba el inicio de la fama, con la reciente publicación de Cien años de soledad.
Gabo despide en el aeropuerto a
Vargas Llosa, en 1974,
cuando
el peruano salía de Barcelona a su país.
Foto: del libro ‘Aquellos años del boom’
La familia se hospedó en un apartamento del barrio Sarriá, el mismo
donde poco después llegó Mario Vargas Llosa. Cuando el peruano tomó asiento en
Barcelona, ya contaba también con su obra La ciudad y los perros, premiada y
reconocida aunque sin el éxito en ventas de Cien años de soledad.
Barcelona era en ese momento, describe Ayén, la capital cultural de
España: allá tenían sede muchas de las editoriales más importantes y, en
tiempos de dictadura de Franco, la ciudad ofrecía un aire más libre que Madrid.
Como uno de los pioneros de ese mundo editorial, y ficha clave en la
conformación del boom, estaba Carlos Barral, que convirtió la editorial de la
familia, Seix Barral, en escenario de la literatura latinoamericana y lanzó el
Premio Biblioteca Breve, ganado por muchos de estos autores. “Barral no era un
experto en novela –dice Ayén–. Pero tuvo un equipo brillante de asesores que
les señalaron a estos autores. Es el gran editor del boom”.
Uno de los detalles que hacen este libro interesante es el acceso que
tuvo su autor a una de las cabezas creadoras del movimiento: Carmen Balcells.
“La mamá del boom”, “la madrina del boom”, la han bautizado. Con razón. Nacida
en una aldea leridana, hija mayor de cuatro hermanos y única mujer, Balcells
vio de niña cómo sus padres afrontaban las dificultades económicas y se
prometió nunca tenerlas.
Al llegar a Barcelona, sin títulos y casi por azar, entró al mundo
editorial y creó su agencia literaria. En 1962 ya representaba a Gabo y a
Vargas Llosa. Siguieron otros en su lista, como Donoso o Nélida Piñón, pero su
eje eran ellos dos. Y fueron la puerta a su poder.
“Cuando tienes a un autor como García Márquez, puedes
montar un partido político, instituir una religión u organizar una revolución.
Yo opté por esto último. Pero no se crea que fue fácil”, le dijo ella a Ayén.
Balcells ha sido de odios y de amores. “El actual director de su
agencia dice que Carmen es como el sol: todo lo ilumina, pero si te acercas
mucho te quemas –cuenta Ayén–. Es un personaje psicológicamente complejo sin el
cual el boom no hubiera existido.
Ella es clave en conseguir que los escritores vivan de su trabajo, es
quien los lleva a Barcelona y los convierte en un grupo de amigos”. Esa
cotidianidad fue importante porque, además de hacer evidentes sus puntos en
común (como el apoyo de todos, por lo menos inicial, a la revolución cubana)
los llevaba a encontrarse con frecuencia, pensar en proyectos en común y
compartir en familia. Cortázar y Fuentes no vivían en la ciudad, pero iban con
frecuencia.
El primero se hospedada donde su amiga, la autora uruguaya Cristina
Peri Rossi; el segundo, donde Gabo.
Ayén recorre en su libro los sitios que los reunía. El epicentro solía ser la discoteca Bocaccio, donde la mayoría de ellos pasaba horas de copas. Los dos grandes del boom, Gabo y Vargas Llosa, no eran tan asiduos. “Ellos trabajaban mucho; escribían ocho horas diarias y se iban a dormir pronto”, dice el periodista. Carmen Balcells definió a estos escritores así: Vargas Llosa era el primero de la clase, García Márquez era el genio.
Comida
del jurado del Premio Barral de Novela, en 1972, con Josep María Castellet,
Gabriel García Márquez, Carlos Barral, Mario Vargas Llosa, Félix de Azúa,
Salvador Clotas, Julio Cortázar y Juan García Hortelano.
Foto: tomada del libro ‘Aquellos años del boom’
***
—¿El boom empezó con La ciudad y los perros o con
Cien años de soledad?
—Es la gran pregunta. Cronológicamente es con La
ciudad y los perros, la primera gran novela del grupo –dice Ayén–. Sin embargo,
no hablaríamos de boom si Cien años de soledad no hubiera vendido tanto. Ese
libro consiguió pronto 200.000 ejemplares y en pocos años se situó en el
millón. Eso solo lo había conseguido El Quijote. Gabo arrastró con su éxito a
los demás autores, no solo al grupo, sino a sus padres, a Borges o a Rulfo, y a
los que vienen inmediatamente después, como Bryce Echenique.
—Usted le dedica parte de su investigación a la
relación de amistad entre estos dos autores. ¿Cómo era?
—Al principio es de admiración. Vargas Llosa se
sentía casi un discípulo adorando a su maestro y por eso le dedicó su tesis
doctoral y escribió Historia de un deicidio. Luego se volvieron amigos y
llegaron a compartirlo todo. Su enemistad fue de la noche al día. Hubo un día
en que pasaron de quererse a odiarse. Lo que dicen sus amigos es que, si
hubiera sido por ellos, se vuelven a dar la mano. Pero estaban las esposas.
Como el motivo de distanciamiento fue un asunto personal, en el que ellas
estaban implicadas, la reconciliación no podía ser solo de ellos dos, sino de
cuatro.
Ayén dedica un capítulo a la razón y los efectos de esa enemistad. Los
motivos por los cuales Vargas Llosa le clavó ese puñetazo a Gabo han dado pie a
todas las especulaciones. “Esto, por lo que le hiciste a Patricia en
Barcelona”, le dijo el peruano antes del golpe. Gabo cayó al suelo. Y los
principales protagonistas del boom no volvieron a hablarse. Está claro que el
asunto no fue ideológico, como quisieron explicarlo después, aprovechando la
distancia que Vargas Llosa tomó con los temas cubanos. “Para nada –afirma
Ayén–. No hay ni una sola amistad que la política haya roto en el boom. El puñetazo
se dio porque Vargas Llosa creyó que García Márquez había traicionado su
amistad”.
En el camino de su investigación, Ayén se encontró con voces que
afirman que el boom fue solo, en realidad, una operación de marketing. También
hay discusión sobre quiénes, en suma, lo conformaron. Ayén lo concentra en
cinco nombres: García Márquez, Vargas Llosa, Cortázar, Fuentes y Donoso.
—En el libro, usted le da al puñetazo un peso
simbólico, pero dice que el boom se acabó por mucho más.
—Por supuesto. Se acaba porque se dispersan, porque
dejan de vivir en la misma ciudad, porque ya no se ven todos los años en La
Habana, porque unos tienen fama y otros no. Y todo esto sucede al tiempo que el
puñetazo.
Más allá de las teorías que algunos puedan tener sobre su verdadero
origen, lo cierto para Ayén es que el boom fue el último gran movimiento de la
literatura. Y dejó dos cosas importantes: de un lado, rompió las fronteras
nacionales: el boom demostró que hay un mercado común de lectores en
Latinoamérica. De otro, puso en el panorama la literatura de América Latina.
“Cuando se hablaba del canon literario, se citaba a Europa o a Estados Unidos.
Ahora se incluyen a grandes autores latinoamericanos –concluye Ayén–. Y fue
logrado por este grupo de autores durante esos años”.
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ARCADIA
Bogotá – Colombia
7 de noviembre de 2014
Gabo vuelve a Colombia
Las
obras de Gabriel García Márquez serán reeditadas en diciembre.
Por: RevistaArcadia.com
La editorial Penguin Random House, dueña de los derechos mundiales de
la obra de Gabriel García Márquez, publicará en Colombia la obra completa del
Nobel cataqueño el próximo 12 de diciembre.
La absurda situación de las novelas de Gabriel García Márquez en
Colombia parece que va a llegar a su fin. Después de varios años en que solo se
conseguían las ediciones de bolsillo en librerías comerciales, a causa de los
bajísimos márgenes de comisión que le ofrecía la Editorial Norma –antigua dueña
de los derechos– a las librerías independientes, finalmente habrá ediciones de
lujo en todo el país.
En los últimos años, las circunstancias habían tomado dimensiones
irrisorias. Cuando García Márquez falleció, la mayoría de sus libros fueron
reeditados en Argentina y en México, pero no en Colombia.
Por esas fechas, algunos libreros tuvieron que recurrir a vender
ediciones en inglés o traer los libros por Amazon. Ahora, gracias a la
editorial Penguin Random House, se van a reeditar las obras completas del
premio Nobel.
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Programa
previo a la entrega del
Premio Hispanoamericano de Cuento Gabriel García
Márquez, en Bogotá
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