21 de febrero de 2013

MEMORABILIA GGM 653
MEMORABILIA GGM
Cali – Colombia

21 de febrero de 2013

Gabo, Cali y sus alrededores

Por Fernando Jaramillo *

Para los próximos días se anuncia la inauguración de la restauración y remodelación de la histórica Biblioteca del Centenario de Cali, fundada en 1910. Desde 1985, en la fachada principal de la edificación se pintó un mural alusivo a la novela Cien años de soledad. La pintura fue incluida en la restauración y la labor, que terminó hace poco, estuvo a cargo de su autor, el artista plástico Ricardo Bermúdez.

Fotografía (Feb. 2013), para Memorabilia GGM, de María Isabel Casas R., de NTC …

Sin duda alguna, el mural –por sus características, tamaño, localización y presencia– ha sido y es un significativo y permanente homenaje de Cali a Gabriel García Márquez.

Propicia entonces la ocasión hacer memoria e intentar un recuento inicial y general sobre las relaciones del escritor con la ciudad y de ésta con él. Como se puede leer en el presente texto, en ambas direcciones ha habido algunas circunstancias y hechos –inesperados, macondianos– que han inducido a suponer o a afirmar que las relaciones (¿los amores?) no han sido las mejores y que aún quedan por investigar y dilucidar. No se puede hablar de una relación muy intensa entre Gabriel García Márquez y la comarca vallecaucana, porque los puntos de afinidad no son muy marcados. Pero si existen razones para encontrar vínculos entre el escritor y el departamento.

El mayor homenaje de la región al Nobel lo podemos apreciar en el mural que adorna la Biblioteca del Centenario de Cali. El mural es una representación gráfica de algunos de los pasajes más memorables de Cien años de soledad. El mural es obra del artista vallecaucano Ricardo Bermúdez, que lo realizó en el año de 1985 para la Biblioteca. En la reciente restauración de la antigua casona, localizada en el tradicional Barrio El Peñón de Cali y cerca al Obelisco, el artista tuvo que remozar su obra pictórica para dejarla a tono con la nueva presentación del conocido centro de lectura e investigación.


 MURAL:  A la izquierda: Fotografía (1990, aprox.) publicada en el libro
“Biblioteca del Centenario. 100 años de Fundación” (2010). Pág. 173
A la derecha: La obra restaurada. Fotografía (Feb. 2013) para Memorabilia GGM, 
de María Isabel Casas R., de NTC …

Otro homenaje –el mayor que se le haya propuesto– que se brindó al connotado escritor, y que de cierto modo se frustró, fue con motivo del Festival de Arte que se programó en Cali en el mes de mayo de 1997, cuando las autoridades culturales de la ciudad decidieron que su obra y su nombre fueran los personajes centrales del evento. La ciudad estaba engalanada y dispuesta para recibir al escritor, que había confirmado su visita. Hernán Nicholls, el publicista, había sido encargado de hacer la promoción total del evento. La ciudad rebosaba de mariposas amarillas. Un afiche diseñado por el palmirano Carlos Duque, bellamente ilustrado con la primera página de la primera edición de Cien años de soledad hacía las delicias de los coleccionistas que la guardaban como un tesoro. Las entidades involucradas en el homenaje le otorgaron el premio La otra orilla - Proartes que auspiciaba Editorial Norma. Con el apoyo del presidente Belisario Betancur se creó el Premio de Literatura Jorge Isaacs. Gabólogos venidos de los cinco continentes se veían por todas partes “admirados y deleitados con la calidez de nuestras gentes y la belleza de nuestros paisajes” según se leía en las reseñas de los diarios de esas fechas: Dasso Saldivar, autor de la biografía Viaje a la semilla; Conrado Zuluaga, escritor de varios libros sobre la obra de GGM y uno de sus más reconocidos investigadores; Los famosos escritores Juan Goytisolo y Alfredo Bryce Echenique; R. H. Moreno Durán, gran analista de la obra de García Márquez; Eligio García Márquez, periodista y escritor, hermano menor del homenajeado; Rosa Fergusson, la maestra que le enseñó a escribir en el colegio de Aracataca y Vera Székács, traductora de la obra de GGM al húngaro. Todos ellos dictaron sus inteligentes conferencias, asistieron a los foros sobre el tema, bailaron y se divirtieron. Hubo recitales, conciertos, charlas, cuentería, teatro, talleres de análisis…. La ciudad lucía como una sucursal de Macondo. Pero en un arranque de realismo mágico, el dueño del homenaje, el homenajeado, el Gran Gabo, ni apareció, ni se disculpó, ni se excusó. Nadie entendió nada en ese momento, empezando por las organizadoras Amparo Sinisterra de Carvajal y Maria Victoria Barrios de Gómez, que lucían abrumadas por tamaño desplante. El homenaje tocó hacerlo entonces en ausencia del agasajado. Y por esas vueltas raras que da la vida, en otro arranque de realismo mágico del bueno, ese Festival quedó para la historia como uno de los mejores festivales que se han celebrado en la ciudad.

El día de abril de 1992 en que conocí a García Márquez, en el apartamento de sus hijos en Cartagena, le pregunté cuando iba a ir a Cali y le expresé que mucha gente querría verlo en mi ciudad. Me respondió que si había venido y anotó que habían sido dos las veces que había estado en la capital del Valle del Cauca: “La primera, cuando fui enviado por El Espectador a cubrir una visita del presidente Rojas Pinilla y otra a casa de Carlos Barcha.” dijo. Y Mercedes se apresuró a decir que ella nunca había estado en Cali. La reseña que pudo haber escrito GGM para El Espectador sobre esa visita de Rojas a la ciudad, no está en los libros que compilan la obra periodística de Gabo. Por su parte, Beatriz López dice no recordar visitas de ninguno de los dos en su época de que el matrimonio Barcha López vivía en la Sultana del Valle. “Cuando vivíamos en Bogotá si nos veíamos con frecuencia, añadió”.

A propósito. GGM le brindo un cálido reconocimiento a su cuñado cuando al describir a Mustio Collado, el protagonista de Memoria de mis putas tristes, lo muestra como ‘inflador de cables’, el mismo oficio que desempeñó Eduardo cuando trabajó para Prensa Latina en Bogotá por allá en 1960, en compañía de Gabito, Plinio Apuleyo Mendoza y Jaime Lopera, entre otros.

A mediados de los años 90 concedió al periodista Luis Cañón una entrevista que El País publicó en tres entregas a partir del 17 de marzo de 1996. Para el efecto se reunió con Cañón en alguna parte del exterior de Colombia. La entrevista se puede revisar completa en la compilación hecha por el autor de esta nota: Para que no se las lleve el viento.

Pero hay una visita más, si se puede llamar visita. Cuando Gabo viajó de Bogotá a Barranquilla en para contraer matrimonio con Mercedes. Debía ser 19 o 20 de marzo de 1958. El avión –por una de esas cosas macondianas que tenían las rutas aéreas en esa época–hizo escala en el antiguo terminal aéreo de Calipuerto. Gabo permaneció en las instalaciones del terminal durante las dos horas que duró la escala. Qué hizo, qué comió, con quién habló, qué preguntó, no se sabe, pero tal vez algún día, como siempre ha pasado con las cosas del Nobel, aparecerá alguien que fue testigo y entonces se sabrá. O algún acucioso lagarto, de los tantos que lo acosan permanentemente, se inventará las respuestas, y éstas, sin dificultad, se incorporarán al mito y la leyenda del personaje.

En 1978, alrededor de 4 años después de la fundación de la revista Alternativa por Gabo y otros periodistas en Bogotá, un grupo de caleños admiradores de su obra y su pensamiento político , editan en Cali un libro ya clásico en el mundo de los bibliófilos: Periodismo militante. El libro no era autorizado por quienes manejan los derechos del escritor, pero libro tampoco fue perseguido por ellos. En su lugar la señora Balcells en Barcelona se apuró a publicar un tomo que lleva por título por la libre, en donde recopila el mismo material de Periodismo militante. Estos títulos contienen una compilación de entrevistas y artículos periodísticos publicados en su mayoría por GGM en la extinguida Alternativa, sobre temas esencialmente políticos.

 Carátulas de ambos libros.

 En 1982, antes de viajar a Estocolmo a la ceremonia del Premio Nobel , la persona que se encargó de organizar ese evento, conseguir el avión, patrocinios y definir quiénes eran las personas que tenían méritos suficientes para asistir a la ceremonia y formar parte del elenco de artistas que se presentarían en esa fiesta de la literatura, fue la caleñísima Aura Lucia Mera , en esa época directora de Colcultura, el organismo gubernamental que se encargó de coordinar para que todo saliera perfecto, con el fin evitar el supuesto “oso” que la delegación de artistas colombianos iba a hacer en Estocolmo, según opinaban los más pacatos de la prensa colombiana, especialmente los de la capital. Aura Lucía se encargó de registrar para la posteridad la presencia colombiana en Estocolmo, en un libro que lleva por título Aracataca – Estocolmo.

 Portada del libro

Dentro de esa delegación, un invitado especial fue el fotógrafo caleño Hernando Guerrero que unió su trabajo al de Nereo, fotógrafo oficial designado para registrar todos los movimientos de Gabo en la capital sueca. A Hernando esa invitación no le cayó de sorpresa, pues por esa época estaba muy ligado a Gabo, entre otras razones, porque la Editorial Oveja Negra le había encargado seguir de cerca los pasos al escritor, a fin de obtener fotografías que ilustraran sus libros. De esa serie de fotografías las más reconocidas son las fotos que ilustran el citado Aracataca-Estocolmo, y la foto que ilustra la contraportada de Crónica de una muerte anunciada. Gabo le dio a Guerrero el título de “el fotógrafo del millón”, haciendo referencia al número de ejemplares de la tirada inicial de Crónica

Hernando no se cansa de recordar a todos aquellos que le preguntan por su experiencia en la entrega del Nobel a su amigo Gabo, que en Estocolmo la primera presentación artística de la delegación colombiana estuvo a cargo de Leonor González Mina, que cantó “Mi Buenaventura”.

José Vicente Katarain, gerente de la Editorial Oveja Negra, es otro caleño residente en la capital que tuvo a su cargo desde 1977 hasta 1993 la edición exclusiva de toda la obra de GGM. En el momento del recibo del premio Nobel fue, bajo la batuta de Aura Lucía Mera, uno de los impulsores y coordinadores de la recordada delegación artística que viajó desde Colombia hasta Estocolmo a acompañar al Nobel a la recepción del premio. Katarain imprimió también en ese recordado diciembre de 1982 una colección completa de la obra, que tuvo el éxito en las ventas que era lógico.

Por circunstancias que no es prudente comentar en esta nota, García Márquez, en 1993 por intermedio de la mamá grande, doña Carmen Balcells le canceló a su antiguo amigo Kataraín los contratos de publicación oficial y exclusiva de su obra. Esos derechos pasaron a Editorial Norma, otra empresa caleña que desde entonces y en forma masiva ha venido entregando al mercado las ediciones de la creación literaria y periodística del escritor. A pesar de que hace más de un año Editorial Norma cerró sus puertas a la edición de nuevas obras, parece ser que una división de la editorial se encarga de imprimir nuevas tiradas de los libros, aunque han restringido las ventas a unas pocas librerías que tienen la exclusiva de vender esas publicaciones.

Cartón de Colombia, empresa con su sede principal en Cali, contrató en 1988 los servicios de Juan Gustavo Cobo Borda para compilar una serie de textos de GGM con el fin de editar un libro de circulación cerrada al cual titularon Los cuentos de mi abuelo el coronel, libro precioso producido en su integridad en nuestra ciudad, diseñado especialmente para regalarlo a los niños de Colombia; vale la pena anotar que también participaron en ese libro dos caleños: por un lado el pintor Mario Gordillo, que ilustró el libro con sus bellas pinturas y Uldarico Minotta , al servicio del departamento de diseño de Cartón Colombia que se encargó de la armada y el diseño gráfico.

 Los cuentos de mi abuelo el coronel. Ilustración de Mario Gordillo.

Como otro dato curioso vale la pena mencionar que la primera y la segunda edición de De viaje por los países socialistas fue publicada en 1978 por Ediciones Macondo A.A. 7344, Cali, Colombia e impresa en los talleres de Ornalco, Cali; la tercera edición fue impresa en diciembre de 1979  en los talleres de Editorial Prensa Moderna, Cali, Colombia, donde aparece muy sutilmente el nombre Oveja Negra Bogotá en la página de derechos. ¿Quién fue entonces el responsable de esas tres primeras ediciones no autorizadas publicadas en Cali? Se dice que fue un caleño que posteriormente tuvo mucho que ver con el genial escritor.

 Edición caleña de De viaje por los países socialistas

Otra caleña muy ligada por lazos de amistad a García Márquez y con muchas anécdotas a cuestas es María Eudoxia Arango. Marilú, como la conocen en Cali, es una caleña ‘fututa’ residente en Bogotá, donde ejerce, –entre otras actividades– la representación de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano y la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños – Cuba, entidades creadas y dirigidas por el escritor desde su fundación.

En la actualidad el cineasta caleño José Urbano, se apronta a exhibir en público el documental de su dirección, titulado Aracataca – Estocolmo 40 años después. Urbano fue un estudiante avanzado en la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños en Cuba, donde recibió clases de Gabriel García Márquez, en la época en que don Gabo aun hacia el papel de profesor de guión en la escuela que fundó.

Finalmente, el autor de esta nota publicó en 2011 el libro Para que no se las lleve el viento en donde reune más de cien entrevistas a GGM a lo largo de su vida. Al decir de los estudiosos del escritor es un documento valiosísimo por ser la fuente de las declaraciones verbales de don Gabo, en los últimos 60 años. Es fundamental pues allí está plasmado su posición politica como parte importante de sus declaraciones aunque en el libro GGM habla de muchos otros temas.  

Debe haber más relaciones de Gabo con nuestra región. Estas son las referencias más próximas que el autor de esta nota logró reunir como una breve aproximación a la representación de Cali y el Valle del Cauca en la vida de don Gabo.

-
* (Nota de NTC...) El autor, manizaleño residente en Cali desde 1957, ha sido, desde siempre, un lector y admirador de la vida y obras de Gabriel García Márquez. Como un testimonio de estas condiciones y de agradecimientos para él, desde muy joven ha tratado de hacer seguimientos, investigaciones, registros y publicaciones de la trayectoria del Nobel colombiano y de sus obras. Buen número de los resultados de dichas labores los ha incluido y divulgado en el blog Memorabilia GGM, abierto en el 2000. Recientemente publicó el libro Para que no se las lleve el viento. (1).
.
.
El autor y Memorabilia GGM, agradecen a NTC … la colaboración y aportes para esta investigación y publicación, principalmente en lo relativo a la Biblioteca del Centenario y al mural.

1 comentario:

NTC dijo...

Excelente texto. Intereasante e histórico. Esta publicación la reprodujimos en:
http://ntc-narrativa.blogspot.com/2013_02_21_archive.html