2 de diciembre de 2012

MEMORABILIA GGM 633

MEMORABILIA GGM
Cali – Colombia
2 de diciembre de 2012


GGM la bibliografía imposible

Juan Gustavo Cobo Borda a añadido a su extensa colección de publicaciones un nuevo volumen escrito junto a su hija Paloma Cobo Diaz. Gabriel García Márquez, la bibliografía imposible, lleva por título la nueva publicación que el autor define con las palabras: “Ahora que se celebran los treinta años de su Premio Nobel de 1982 podemos volver a mirar lo que muchos escribieron sobre su obra. Desde 1955.”

El libro tiene las siguientes características:
Portada en pasta dura. Ilustrada con una fotografía del premio Nobel en sepia y blanco y negro. La contraportada tiene una solapa amplia que cubre la mitad de la portada. Medidas de 15,5 por 21, 3 centímetros. 74 páginas

La página legal del libro se puede leer de esta forma:




Con la autorización de los autores, presentamos a nuestros suscriptores parte del texto incluido en este libro de reciente publicación.


DEL REALISMO MÁGICO
A LO REAL MARAVILLOSO.

Todo comenzó en 1927, cuando la Editorial Revista de Occidente, revista y editorial madrileña fundadas por José Ortega y Gasset, pusieron en circulación la traducción del alemán del libro de Franz Roh: Realismo mágico. El libro de 128 páginas tenia abundantes ilustraciones y llevaba dos subtítulos: "Post expresionismo" y "Problemas de la pintura europea más reciente".

De la larga lista de artistas reproducidos, los que mejor han sobrevivido, en orden alfabético, serian Beckmann, Carra, Chirico, Derain, Diz, Ernst, Foujita, Gross, Miro, Picasso y Severini. ¿Qué puede unir a artistas tan dispares, a futuristas con surrealistas?
"Una total compenetración de las dos grandes esencias del arte más reciente: la fantasía más exuberantes con la sobriedad mas extremada" (p. 58).

Allí veríamos pesados cuerpos-objetos sobre dilatadas planicies de ensueños, paisajes y rostros escuetos que adquieren en su exasperado realismo una fijeza alucinante, un estatismo de formas simplificadas, sólidas y bellas, que no dejaban, por ello, de emitir un aura magnética, de intolerable intensidad. Se hablaba de nueva objetividad, al recobrar un realismo del más allá.

Por aquellos años, tres jóvenes autores latinoamericanos se formaban e iniciaban sus trabajos literarios en Europa: el guatemalteco Miguel Ángel Asturias, el cubano Alejo Carpentier y el venezolano Arturo Uslar Pietri. Leyeron el libro y lo incorporaron a su imaginario: era el clima de época. Una época en que Asturias, en Europa, donde había llegado en 1923, y donde pasaría diez años, traduce del francés al español el Popol Vuh. y lo publica en 1927, en París –el mismo año de la traducción del libro de Roh– con el título de Los dioses los héroes y los hombres de Guatemala. En 1930, aparecerá en Madrid su primer libro, Leyendas de Guatemala donde, como dice José Miguel Oviedo, el mundo de las Leyendas

"es un reflejo fiel del fondo mitológico maya: un mundo fabuloso proliferante, laberintico, barroco hasta el delirio, dinámico e intemporal, en el que los límites de lo real y lo imaginario no existen".

El exilio forzado de Alejo Carpentier en París (1928¬1939), añadirá al recobrado cosmos indígena de Asturias preocupaciones por el negrismo y la vanguardia, la música y lo barroco, y la presencia de las propuestas surrealistas, a través de su amigo Robert Desnos, con el cual firmaría el disidente manifiesto contra Breton, en 1929.

Más tarde, en 1943, visita Haití y el impacto del lugar lo llevara a elaborar una novela clave de su trayectoria acompañada de un prólogo no menos revelador. La novela se titulaba El reino de este mundo, (1949) y el célebre prólogo, luego de burlarse de las imágenes surrealistas ya burocratizadas dirá:

"Lo maravilloso comienza a serlo de manera inequívoca cuando surge de una inesperada alteración de la realidad,

el milagro de una revelación privilegiada-de la realidad, de una iluminación inhabitual o singularmente favorable de las inadvertidas riquezas de la realidad, de una ampliación de las escalas y categorías de la realidad, percibidas con particular intensidad en virtud de una exaltación del espíritu que lo conduce a un nuevo estado limite". Algo que podríamos llamar lo real maravilloso.

Así estaban las cosas, del realismo mágico a lo real maravilloso, de 1927 a 1949. Esta poética ultima le permitió a Carpentier realizar su gran ciclo narrativo sobre el Caribe y el Orinoco, con títulos como Los pasos perdidos (!953), un título tomado de un libro de Andre Breton : Les pas perdus (1924) y El siglo de las luces (1962).

A ello se añadirían nuevos elementos como las lecturas que se harían de Cervantes y las novelas de caballería, Colon y los cronistas de Indias y la tradición oral de los pueblos indígenas y un sentido político de autonomía cultural americana basada en la recreación más ancha y más a fondo de una realidad donde ritos ancestrales, practicas chamanicas, música popular y medicinas alternativas configuraban, entre otros, el perfil de una cultura popular que sería, en definitiva, la que conferiría un matiz de independencia política y madurez artística a la novela latinoamericana de los sesenta ante el mundo. Que se sumergía en el sustrato ancestral y se proyectaba en la urbanización indetenible.

Por ejemplo, Carlos Fuentes, al prologar en 1979 El siglo de las luces nos hablara de lo barroco como "una cultura de convergencias dictadas por el hambre de espacio característica de la cuna del nuevo mundo". Ese espacio

buscaran poblarlo los narradores, de Borges a Rulfo, con una imaginación ya sin talanqueras pero con los pies asentados en calle de Buenos Aires o tierras de Jalisco.
Gabriel García Márquez se sitúa en dicha perspectiva y fusiona, en un lenguaje a todos accesible, esa indagación en la realidad que trasciende la realidad con su visión poética. Al respecto Alexis Márquez Rodríguez en El arte de leer a García Márquez (Norma, 2006) lo explica:

"Se ha dicho que Gabriel García Márquez es el paradigma absoluto del realismo mágico. Lo es, pero solo en Cíen años de soledad, donde su prodigiosa imaginación convierte en mágica la realidad circundante. El resto de su narrativa se ubica más bien en lo real maravilloso.

Lo real maravilloso se da cuando el narrador describe y narra los hechos sin agregarles nada más allá de su realidad objetiva".

Hechos mágicos e inverosímiles. Hechos insólitos pero verosímiles: tales las diferencias que marca el crítico entre uno y otro. Pero lo decisivo es como todo un continente se vio representado, en sus excesos y miserias, en sus guerrillas y sátrapas, en su variedad geológica y en su vitalidad expresiva, en sus actitudes anti-americanas y en su arduo camino en pos de una expresión propia, en su protesta social y política, en este rotulo de realismo mágico y en su representante en la tierra: Gabriel García Márquez.

En su discurso de aceptación del Nobel lo expresó con su estilo inconfundible:

"Poetas y mendigos, músicos y profetas, guerreros y malandrines, todas las criaturas de aquella realidad desaforada, hemos tenido que pedirle muy poco a la imaginación, porque el desafío mayor para nosotros ha sido la insuficiencia de los recursos convencionales para hacer creíble nuestra vida. Este es, amigos, el nudo de nuestra.
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